Aunque todo presagiaba lo que finalmente fue, la hermandad de la Agonía tenía todo preparado para iniciar una vez más su estación de penitencia desde la Santa Iglesia Catedral para posteriormente dirigirse a la parroquia de Santa Victoria en el barrio del Naranjo.
Si bien reunidos en cabildo de aguas la cofradía decidió no realizar estación de penitencia a consecuencia de la meteorología. Una cofradía que, al estar ubicada en este monumento de la ciudad, no pudo llevar a cabo ningún tipo de visita. Solo los hermanos pudieron rezar ante sus titulares. que estaban ubicados en su respectivos pasos procesionales.
A lo largo de la tarde la corporación indicó que los titulares permanecerían en la primer templo de la diócesis hasta el lunes de Pascua, fecha en la que serán trasladados de nuevo a la parroquia de Santa Victoria en un acto privado despejando así las dudas de la posibilidad de volver en procesión el Sábado de Gloria o el Domingo de Resurrección como hará la hermandad de la Estrella, que el Lunes Santo se refugió en la Catedral.
La hermandad de la Agonía lleva años el procesionando desde el primer templo de la diócesis. Allí inicia su estación de penitencia que continúa hasta su sede canónica en la parroquia de Santa Victoria en el barrio del Naranjo, un barrio que este año se ha quedado esperando a su cofradía, a la que al menos le queda el consuelo de que hace unos meses la Virgen de la Salud recorrió las calles de la ciudad en una procesión extraordinaria con motivo del control de la pandemia. Con esta procesión quiso hacer un homenaje especial a todo el personal sanitario y a las fuerzas de seguridad del Estado, que pusieron en juego su propia vida para salvar a la población.
Es este Martes Santo la hermandad iba a estrenar un nuevo calvario para el paso del Cristo, que fue exornado con distintas variedades florales al igual que el paso de la Virgen.
Como en años anteriores muchos vecinos del popular barrio del Naranjo se dieron cita en el Patio de los Naranjos de la Catedral para esperar la salida de la cofradía, que finalmente no pudo realizar su estación de penitencia: costaleros, canastillas, nazarenos se pudieron ver por el entorno de la Catedral ante la mirada de los turistas, que no entendían muy bien que hacían allí con el cielo amenazando lluvia.
