La Semana Santa de Montoro, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, está cargada de contrastes, no solo desde el ámbito procesional a nivel de imaginería y participación, sino también por el encanto que supone ver pasar los pasos por su casco histórico, pero al mismo tiempo por espacios abiertos cargados de simbolismo como el barrio del Retamar o el paseo de la Virgen de Gracia.

Uno de los momentos más importantes en la Semana Santa de Montoro de esta edición es la bendición e imposición de una corona para María Santísima de los Afligidos, de la cofradía de la Santa Veracruz, que procesiona el Jueves Santo y que parte de la iglesia de Santiago, un lugar muy cofrade en el que se concentran cientos de penitentes para ver salir cada Jueves Santo por la tarde diferentes pasos de la Veracruz, que más tarde entran en carrera oficial para vivir uno de los momentos más esperados: el Prendimiento en la plaza de El Charco. Pero el mejor estreno de este año, como el de la mayoría de los municipios es la vuelta a la nueva normalidad, pudiendo disfrutar de los desfiles procesionales en la calle tras dos años de paréntesis por la pandemia.

La Cuaresma ha estado plagada de ensayos, actos culturales y religiosos, pregones y exaltaciones, que han devuelto la normalidad

Año tras año, los montoreños trabajan para vivir la mejor Semana Santa. El presidente de la Agrupación de Cofradías, Juan de Dios Simón, recuerda a los vecinos de Montoro que se marcharon un día a que retornen "a la llamada de la sangre" y a los vecinos del Alto Guadalquivir y la provincia "que acudan como de costumbre, ya que los recibiremos con los brazos abiertos y disfrutaremos de una gran Semana Santa llena de luz, sol y colorido, siempre manteniendo la precaución ante la constante amenaza del covid-19".

El Domingo de Ramos se inicia en el barrio del Retamar, concretamente desde la ermita de Santa Ana, donde La Borriquita sale para recorrer este núcleo situado al otro lado del puente de Las Donadas, para luego atravesarlo y tomar rumbo al casco histórico. Un día de esperanza y color para dar paso al Lunes Santo, con el vía crucis del Santísimo Cristo de la Misericordia, que partirá desde la iglesia de San Bartolomé, en la plaza de España, hasta la iglesia de San Sebastián, situada en el rellano de la subida de la calle El Santo.

Desde hace semanas ya resuenan en los corazones de los montoreños el ambiente de su Semana Santa. La preparación de la Cuaresma ha supuesto un sinfín de actividades que han estado marcadas por la presentación de carteles y exaltaciones, todas enfocadas a la vuelta a la normalidad tras la crisis sociosanitaria.

El Martes Santo le tocará el turno a la cofradía de la Humildad, con dos imágenes, la del Cristo y Nuestra Señora de Consolación y Esparanza. Varias han sido las intervenciones que ha sufrido la talla del Señor de la Humildad desde su creación en los años 40, pero ha sido en septiembre de 2021 cuando marchó hasta los talleres del imaginero cordobés Antonio Bernal, lugar en el que se sometió a una limpieza, recuperación del color original que Cerrillo diera a la imagen del Señor, restauraciones de pequeñas grietas y limpieza de sus ojos verdes, seña de identidad de esta hermandad, dejando claro en todo momento que no serían intervenidos más de lo necesario.

Lunes Santo: Vía crucis de promesas del Cristo de la Misericordia. Casavi

Con unas parihuelas prestadas de la antigua Cofradía de San Antonio de Padua y faroles que donaron muchos particulares del pueblo, la Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas, con sede en la antigua Iglesia de Santa María de la Mota, sale en estación de penitencia el Miércoles Santo del año 1962 con unos 40 cofrades desde la Iglesia de San Bartolomé, recorriendo las calles más antiguas de Montoro. Entre los elementos peculiares del cortejo cabe destacar las trompetas heráldicas, similares a las que abrían las procesiones de Semana Santa en el siglo XVII, y el pendón. Silencio, recogimiento y sobriedad son notas características de una estación de penitencia ambientada por el sonido ronco del tambor y los motetes. En honor de la imagen titular compuso Bienvenido Espinar Rodríguez, juez de distrito, una marcha conocida con el nombre de Cristo en la Cruz, que se estrenó en la Semana Santa de 1964.

El Jueves Santo hace su estación de penitencia la Cofradía de la Vera Cruz, que se compone de cuatro imágenes, entre las que se encuentran Jesús Orando en el Huerto de los Olivos, Jesús del Prendimiento, Jesús en la Presentación al Pueblo y, por último, Nuestra Señora de los Afligidos. Ese mismo día tienen lugar varios de los momentos más esperados, como el Prendimiento y la salida del Imperio Romano, donde más de 500 soldados ataviados con su traje típico inundan las calles de la ciudad para darle colorido y vistosidad, además de protagonizar momentos genuinos que se mantienen en el tiempo desde hace siglos.

También ese día tiene lugar la salida de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Flagelación y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. Sale desde la iglesia del Hospital Jesús Nazareno. Se constituyó en el año 1952 en el seno del Frente de Juventudes. Realizó su primera estación de penitencia el 2 de abril de 1953. Han sido sus presidentes Antonio Lucena Pérez (1952-1958), Tomás Romero Pons (1959-1982), Juan Lozano Calleja (1983-2009), Flori Alba Romá, Daniel Lozano Belmonte y, actualmente, la preside José Luis Romero Gaitán.

El 31 de marzo de 1988 procesionó de nuevo el Santísimo Cristo, llevado por portadores, y desde el 1 de abril de 1999 es acompañado por la Santísima Madre Nuestra Señora del Rosario. Esta cofradía tuvo banda propia desde 1964 a 1996 y cuenta con casa-hermandad desde 1988. El 1 de marzo de 1983 fue nombrado presidente honorífico perpetuo Tomás Romero Pons. El 25 de abril de 2008 se nombró hermano mayor honorario a la Policía Local de Montoro. En el año 1997 designaron hermanos de honor al Imperio Romano y a la Asociación Musical Juan Mohedo de Montoro por su intervención desinteresada el Jueves Santo de aquel año.

Martes Santo: Santísimo Cristo de la Humildad. Casavi

Pero, quizás, el momento culminante de la Semana Santa montoreña es el de salida del rey de Montoro, de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores. Esta cofradía se constituyó en el año 1602 en la iglesia de san Juan de Letrán. Los penitentes visten túnica de lienzo morado con capullo y soga de esparto, cargando cruces y portando velas durante la procesión, con la imagen del Nazareno portado a hombros.

La antigua imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue tallada en 1603 por Alonso Garrido, destruida, como sucediera con la mayoría de las imágenes, en el año 1936. El 2 de diciembre de 1927, siendo presidente José León García, le fue otorgado por el Rey Alfonso XIII el título de Real Cofradía.

Desde el siglo XIX, los fieles, de forma espontánea, cumplían sus promesas a Nuestro Padre Jesús Nazareno portando cruces y cadenas y realizando el mismo itinerario de la procesión del Nazareno. Es a principios de los sesenta del pasado siglo cuando Francisco Calero Panadero, párroco de San Bartolomé, propone a la cofradía la organización de un vía crucis la noche del Viernes de Dolores para darle mayor solemnidad, que se viene realizando y adoptando el popular nombre de la procesión de las cadenas.

Además, el Viernes de Dolores tiene lugar un hecho insólito en esta ciudad, como es el canto del Antiquísimo y Piadoso Coro de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores ante el busto del Cristo de Limpias, situado justo detrás de la iglesia de San Bartolomé, donde entonan sus tradicionales cantos tras los primeros ensayos en el Casino. Realmente es sobrecogedor este momento antes de la llegada de los días grandes. Igualmente deslumbra el paso del Nazareno desde San Juan de Letrán hasta el Arco de la Cárcel, donde se congregan miles de penitentes de todas las cofradías y de turistas llegados desde distintos lugares.

La madrugada del Viernes Santo en Montoro, con el paso sereno del Imperio Romano, custodiando al Nazareno, es bellísima, destacando las carreritas en las calles más empinadas del casco histórico, así como el momento en el que la imagen recibe el primer rayo de luz en el poyato de San Jacinto. El Viernes Santo, con el Santo Entierro, llega otro de los momentos más esperados con la salida y llegada de las Angustias, la Misericordia, el Santo Sepulcro y la Soledad, en un recorrido impresionante.

Cierra la Semana Santa montoreña la procesión del Domingo de Resurrección, desde la ermita de la Virgen de Gracia, para luego recorrer el borde del río Guadalquivir hasta el casco histórico y retornar por la avenida de Andalucía en una jornada para recordar.

Miércoles Santo: Santísimo Cristo de las Penas. Casavi