La Semana Santa de Baena regresa tras dos años de silencio con más luz y color. El sonido del tambor de Baena, reconocido por la Unesco, suena con más intensidad porque celebra su vuelta a la calle para recorrer el casco antiguo. Regresan las procesiones, el redoble a las imágenes y vuelven los reencuentros de amigos y compañeros de cuadrilla o de turba. Una Semana Santa que conserva el orden cronológico de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, rica en protocolos y tradiciones que generaciones de cofrades han sabido conservar, mejorar y trasmitir. Todo esto está avalado por los distintos reconocimientos como el de Interés Turístico Nacional y continúa trabajando por conseguir el reconocimiento internacional.

Para conocer esta singular Semana Santa hay que comenzar por una de sus figuras más singulares como es el judío, cuyo toque del tambor cuenta con la declaración desde 2018 de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Son miles los judíos que rompen el silencio de día y de noche durante la Semana Santa.

Si hay algo que distingue al judío es su indumentaria: pantalón negro, chaqueta roja con pañuelo sujeto al cuello por un anillo, casco dorado adornado con multicolor plumero y, colgado de una tahalí, el tambor, de chillones, de pellejos y caja metálica, que es su razón de ser. El peculiar protocolo del judío indica que cada año dos cuadrillas se encargan de cajas y banderas y tienen que recoger a las demás cuadrillas de la turba, a los evangelistas y al Rey Herodes para dirigirse hacia el domicilio del hermano mayor.

Dentro del protocolo, las cuadrillas de cajas y banderas se encargan de redoblar a las imágenes que salen en procesión durante todo el recorrido. Las turbas de judíos participan en las procesiones del Miércoles, Jueves, Viernes Santo por la mañana y por la noche y el Domingo de Resurrección. Al final de ellas, presidiéndolas, aparece la figura del Rey. Durante el recorrido procesional se realiza el paso del Evangelista. Simboliza la persecución que se cometió contra los evangelistas.

El judío se divide en dos turbas, la de la cola negra y la de la cola blanca. Lamentablemente, la vuelta a las procesiones trae como novedad la desaparición de una cuadrilla de la cola blanca. En el año 2020 la séptima cuadrilla comunicó su decisión de disolverse y sus judíos se han integrado en otras de la turba. No obstante, parece que esto será una situación temporal y los hermanos mayores en los que participa la turba de la cola blanca confían en que se reorganice en los próximos años; de hecho la baja se les ha dado de manera temporal. La de la cola negra continúa con sus ochos cuadrillas de judíos, que se van alternando cajas y banderas de dos en dos.

Los apóstoles del Miércoles Santo la hermandad pertenece a la cofradía de Jesús del Huerto. M. Ariza

Siete cofradías

La Semana Santa de Baena cuenta con siete cofradías con las que vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesús de manera cronológica. El Domingo de Ramos, los niños son los grandes protagonistas de la cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Participa una representación infantil de cada una de las hermandades e, incluso, la centuria romana está formada por integrantes de las distintas centurias. Además, los pequeños judíos, tanto colinegros como coliblancos, desfilan en una única turba.

Este año la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén cuenta como principal novedad la restauración de la imagen de María del Amor, que tuvo lugar a finales de 2020. Para esta ocasión especial estrena saya y andas. También tiene cambios en su recorrido, ya que el cabildo aprobó que la salida se produzca desde la plaza del Ángel hacia la plaza de Palacio, Santa Marina, Juan Ocaña y continúe ya por su recorrido habitual. Además, el año pasado, como no se puedo procesionar, se invitó a un niño de cada hermandad a participar en la misa del Domingo de Ramos y se ha decidido que se mantenga esta participación.

Tanto el domingo por la noche como el lunes y el martes, en Baena se celebran misereres. El domingo, el de la hermandad de San Juan de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno; el lunes, el de la Única Cuadrilla de Judíos Arrepentidos (Enlutaos), en el que lo acompañan como invitados la turba de judíos de la cola blanca, las hermandades del Cristo de la Sangre y de San Juan, además de la centuria romana de la hermandad de Nuestra Señora de las Angustias. El Martes Santo, el miserere está organizado por la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego.

El Sacrificio de Isaac tiene lugar el Viernes Santo por la mañana. M. Ariza

Echar las cajas

El Miércoles Santo, Baena se mece al sonido de los tambores. Los judíos han madrugado para echar las cajas. Toman la calle completamente uniformados y envuelven las calles del casco antiguo de sonido y color. Por la tarde, las dos turbas participan en la procesión de la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego. Entre sus hermandades está la hermandad de Jesús del Huerto, cuyo original vestimenta blanca cuenta con una falda bordada con calados y un gorro goyesco con el frontil clásico de las antiguas hermandades de Baena, conociéndose por los Trajecillos Blancos.

Una de las principales novedades del Miércoles Santo es la incorporación de la imagen de Barrabás al paso de Jesús de la Ventana. Esta hermandad continúa incorporando novedades a su desfile procesional. El imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga ha realizado la talla de Barrabás, que se suma a las de Poncio Pilatos y el romano que, junto con el Ecce Homo, completan este paso.

El Jueves Santo comienza con las confesiones en San Francisco, que celebran la turba de judíos de la cola negra, la Hermandad de Nazarenos, junto con el cabildo de la cofradía de Nuestra Padre Jesús Nazareno. Tras las confesiones se trasladan hasta el monumento al judío, donde se le rinde homenaje. Por la tarde, tiene lugar la visita a los sagrarios, que organiza la Agrupación de Cofradías. El Desfile de Estaciones permite conocer y disfrutar de todo el colorido de las distintas hermandades y cuadrillas que participan en la Semana Santa.

Jesús del prendimiento

Por la noche, la Ilustre Archicofradía de la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento realiza estación de penitencia. Al amparo del Castillo se lleva a cabo el prendimiento de Jesús. Entre los estrenos de este año se encuentra que la centuria romana cambia el color del plumero y ahora serán morados. Por primera vez, desfilará el Lignus crucis, que irá custodiado por dos faroles. La imagen de San Juan ha sido restaurada por Salvador Guzmán y para tal ocasión estrena túnica y mantolín; además, la imagen portará un cáliz. Por su parte, la hermandad de María Santísima de la Esperanza de San Juan estrena dalmáticas. En la madrugada, la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón celebra su vía crucis con las calles de la Almedina.

Cristo de la Humildad: Salida de la imagen desde Santa Marina. M. Ariza

El nazareno

Unas horas después, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno inicia la recogida del hermano mayor para dirigirse a San Francisco. La salida del Nazareno es uno de los momentos de más devoción en Baena. Una cofradía que tras años de pruebas con el recorrido ha decidido volver al tradicional. Entre las novedades destaca que la cuadrilla de los Evangelistas estrena rostrillos, obra del artista Ramón Torres.

La imagen de la Verónica procesiona por primera vez tras su restauración a manos de Salvador Guzmán. En el descanso del recorrido se lleva a cabo el auto sacramental que escenifica pasajes del Génesis y del Antiguo Testamento en el Paseo. Se trata de un momento único en la provincia y que desde la nueva directiva se quiere potenciar; para ello ha recuperado el romance de la creación del siglo XVIII. Además, se celebra el prendimiento de Jesús, que acaba con los judíos portándolo. Durante el recorrido, Jesús Nazareno echa la bendición tres veces.

Reverencia a Jesús: Los cofrades hacen una reverencia ante la imagen del Jesús Nazareno a su llegada a la Plaza de la Constitución el Viernes Santo. M. Ariza

Cristo del calvario

El color de la mañana se transforma en luto por la noche. La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima inicia su recorrido tras la recogida de parroquias. Esta cofradía está inmersa en su centenario con distintos actos y la publicación de una revista. Como estrenos, el Dulce Nombre presenta una peana con motivos florales y túnica. Este es el último día en el que poder ver a los judíos de la cola blanca. En esta estación de penitencia participa la imagen del Cristo de la Sangre de Baena, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2015, obra del imaginero Pablo de Rojas.

El sábado es día de recogida en las iglesias y de compartir los cofrades en los cuarteles. Pero el color y el sonido característico de esta celebración regresa el domingo con la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo Resucitado. Esta última imagen estrena andas de plata sobredorada, con cuatro candelabros arbóreos, y desfilará una réplica de la Sábana Santa. Además, se ha recuperado parte del cetro de plata que regaló Isabel II a la Virgen del Rosario.

Santo Sepulcro: La hermandad del Santo Sepulcro de Baena, que procesiona el Viernes Santo, celebra este año el centenario de su refundación. M. Ariza