Semana Santa en Pozoblanco. Después de dos años conmemorando la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo en el interior de los templos, llega el momento de sacar de nuevo a la calle la fe y la devoción. Las hermandades y cofradías pozoalbenses han preparado con especial cuidado y expectantes este nuevo tiempo, conscientes del deseo de los fieles cristianos de ver en todo su esplendor los pasos que desfilarán durante toda la semana por calles y plazas.

Todo se hará envueltos del olor y color que desprenden cofradías y hermandades durante la exaltación de fe que, de manera extraordinaria, se podrá ver en la Semana Mayor de un pueblo que destaca por el respeto y la sobriedad con la que muestran sus más hondas creencias y sentimiento religioso. Una forma singular de expresarse que ha hecho que la Semana Santa de Pozoblanco esté declarada, desde el año 2001, de Interés Turístico de Andalucía. Y es que la Semana Mayor pozoalbense ofrece una serie de particularidades que la diferencia de otras en la provincia de Córdoba.

El fervor religioso que en estos días se exterioriza viene precedido de otras manifestaciones de fe que se organizan desde la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Pozoblanco. Una de ellas ha sido este año el Vía Crucis Penitencial, que en 2022 recorrió las calles de la localidad desde la parroquia de Santa Catalina de Alejandría hasta la parroquia de San Bartolomé, acompañado por la impresionante imagen de Nuestro Padre Jesús Rescatado, Cristo de Medinaceli, tras la celebración de la eucaristía del Miércoles de Ceniza en la parroquia de Santa Catalina.

La Agrupación pidió a los creyentes que les acompañaran en esa jornada para "orar unidos por la paz ante los momentos difíciles, con acontecimientos que están llenando el mundo de dolor y desesperanza, para que el amor venza sobre el odio y el ansia de poder, y por todas aquellas personas que están sufriendo la guerra, la enfermedad y las consecuencias de las crisis que estamos padeciendo".

Borriquita: Niños y niñas alegran la calle con palmas y ramas de olivo. Rafa Sánchez

Toda la religiosidad popular expresada de diferentes formas por los creyentes en las calles de Pozoblanco en esta época tiene en las coplas de Pasión otro de los elementos que hacen única a la celebración de Pozoblanco. Estas coplas son una muestra del rico folclore popular local que se puede escuchar en el silencio de las noches de los sábados de Cuaresma y entrada ya la madrugada del domingo. Es entonces cuando grupos de amigos, en unas ocasiones, o coros y grupos de música local, en otras, se reúnen para cantar junto a ventanas o bajo los balcones de familias, novias y amigos; las coplas se acompañan de instrumentos de viento y cuerda: violín, flauta, guitarra, bandurria. La Pasión, como se la conoce popularmente, son poemas que resumen el evangelio del domingo siguiente, con una música majestuosa y grave, con largas introducciones y repetidos intermedios.

Consta de 24 páginas y contiene trece cantares repartidos en: capellán, ocho correspondientes a las dominicas primera, segunda, tercera y cuarta de Cuaresma, más las dominicas de Pasión, Ramos, Resurrección y Cuasimodo, a la Anunciación de Nuestra Señora, Oración del Huerto, Vía Crucis y Soledad de María. Cuando el grupo termina su canto, en muchas casas se abren las puertas para obsequiar a los miembros de la rondalla con alguna vianda, acompañada de anís u otro licor.

Oír los cantos de la Pasión es uno de los momentos más esperados por cualquier pozoalbense en la época de la Cuaresma. Ahora, las redes sociales se encargan de mostrarla a quienes no pueden escucharlas en directo. Solo escuchar los primeros acordes produce una emoción especial a quienes han crecido con esta tradición.

Semana Santa en Pozoblanco, vivirla deja huella. Desde el Domingo de Ramos al de Resurrección, la demostración de la fe cristiana queda patente en un pueblo que vive con naturalidad lo que los ojos foráneos ven como excepcional. Ocurre cuando hace estación de penitencia el Martes Santo la Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenas de María Santísima de los Dolores. Formada exclusivamente por mujeres, esta peculiaridad la hace casi única en Andalucía (sólo existe otra en Fuente Obejuna), algo inconcebible en otros lugares.

Jueves Santo: Nazarenas de La Amargura con peineta y mantilla. Rafa Sánchez

Peculiar es la escolta romana a caballo y la cuádriga que acompaña al Cristo de Medinaceli, en la noche del Miércoles Santo, y al Santo Entierro, en la tarde del Viernes Santo, que saca a la calle la Agrupación de Cofradías y Hermandades. Y seña de identidad es el acto del Prendimiento de Jesús. Esta escenificación se produce de la mano de la cofradía de Soldados Romanos y Penitentes Sayones de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocidos como sayones. Se produce en la madrugada del Viernes Santo, centenares de personas se dan cita para asistir a este acto, popularmente conocido como el Pregón, que tiene como escenario la plaza de la iglesia de Santa Catalina.

Sobre las 5.30 horas ya empieza a verse mucho movimiento en Pozoblanco. Por un lado, la Banda de Cornetas y Tambores Sayones se dirige al domicilio del capitán al toque del tambor para recogerlo y acompañarlo a la plaza de la iglesia, mientras que, por otro, los penitentes se van acercando hasta la capilla donde aguarda Jesús Nazareno, una impresionante talla anónima del siglo XVII. Así, poco después de las 6 de la mañana, comienza el Prendimiento. Atraviesa la plaza Judas, que arrastra su pica y por tres veces entra en la capilla y señala a Jesús Nazareno. En la mitad de la plaza, el capellán, situado delante de Jesús, pregunta a los sayones: "¿A quién buscáis?". Él responde: "Soy Yo", y el capitán ordena: "¡Prendedle!".

Luego seguirá, ante el silencio expectante de las personas congregadas en el lugar, el canto de la Sentencia, que tiene como protagonista a Poncio Pilatos, el toque de la trompeta y el resto de la procesión, con las tres caídas de Jesús, que se van sucediendo en distintos lugares del recorrido (en la casa de hermandad de la Caridad, en la sede de la Agrupación de Cofradías y de la Cofradía de la Virgen de Luna y junto a la sede de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno). Sigue con el encuentro de María Magdalena en la plaza de los Salesianos, con la aparición del rostro de Jesús en el pañuelo que sostiene y, un encuentro más, con la Virgen de los Dolores (cuya hermandad servita también participa) y con San Juan, en la Cruz de la Unidad. Será bien entrada la mañana cuando la imagen de Jesús Nazareno regrese a su capilla.

Y en la mañana del Domingo de Resurección, el broche de oro lo pone la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Jesús Resucitado y Nuestra Señora María Santísima de Luna. El encuentro del Señor Resucitado con su madre, la Virgen de Luna, en la esquina de la calle San Cayetano, es el momento más esperado. Allí, la imagen de la Virgen, que salió del templo de Santa Catalina con un velo negro, se desprende de esa prenda de luto y dolor que portaba en señal de duelo por la muerte de su hijo y prosigue acompañando el paso del Resucitado por las calles de Pozoblanco como colofón del mensaje de resurrección de la doctrina cristiana.

Antes de ese momento, junto con las cofradías y hermandades citadas, también habrán proclamado su fe en las calles de Pozoblanco la Cofradía Salesiana de la Entrada de Jesús en Jerusalén, La Borriquita, el domingo de Ramos. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio Amarrado a la Columna y María Santísima de la Salud el Lunes Santo. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Martes Santo. La Cofradía Santísimo Cristo de La Caridad en su Vía Crucis, el Miércoles Santo. La Cofradía Salesiana del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de la Amargura, el Jueves Santo, y la Hermandad de la Soledad, en la noche del Viernes Santo.

Los estrenos de este año

Fe y devoción en las calles con un patrimonio que hermandades y cofradías cuidan y lucen en sus salidas a la calle. En este año habrá estrenos. El primero de ellos, el Domingo de Ramos. Ese día, la popular cofradía de la Borriquita estrena la talla del respiradero trasero del paso del Señor. La cofradía del Rescatado estrena la percusión de la banda, los estandartes del grupo de caballos y el sistema de varales del paso el Miércoles Santo. Ese mismo día, en su salida a la calle, la cofradía de la Caridad presenta el Paño de Pureza. La Cofradía de los Sayones estrena en la madrugada del Viernes Santo una nueva imagen de San Juan Evangelista, la ropa de San Juan y sus andas. También la ropa de Santa Mujer Verónica y sus andas, la toalla del lavatorio de Poncio Pilatos y la restauración de la cruz de guía. La hermandad de la Soledad dará a conocer en la noche del Viernes Santo siete varas de acompañamiento de atributos y diez varas de diputado de tramo y pastas del Libro de Regla.

Por su parte, el Domingo de Resurrección, la Cofradía del Resucitado y Nuestra Señora de Luna estrena este año pañuelo de encaje de bolillos, el rostrillo y pecherín de la Virgen de Luna. Estrenos que podrán verse en los lugares, muchos de ellos rincones emblemáticos, elegidos por cada fiel para encontrarse con la imagen de su devoción. Aunque este año, debido a las obras en la calle Celestino Martínez, las cofradías del Silencio, los Dolores, Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Perdón y la Amargura, junto con la Soledad, van a ver modificado su recorrido. Y entre todos los lugares, uno que sirve de punto de unión para acercarse a las cofradías y hermandades, la carrera oficial instalada en la céntrica calle Real. A partir del 1 de abril se podrán adquirir en el punto de información cofrade los abonos para ocupar las sillas que se instalarán durante toda la Semana Santa. También se podrán comprar pases diarios desde las diez de la mañana a la una de la tarde y de cuatro a ocho de la tarde, según informa el presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades, Juan Fernández.

Semana Santa 2022, un año en el que el sacerdote salesiano Antonio Rides ha sido designado, por la Agrupación, cofrade de honor por sus méritos y su destacada labor a lo largo de su trayectoria vital. Mientras llega el momento de salir a la calle, este año la Agrupación de Cofradías y Hermandades ha ideado una fórmula para que los pozoalbenses puedan contribuir a la labor solidaria que realizan la Asociación San Vicente de Paúl y Cáritas adquiriendo el libro Colorea la Pasión de Pozoblanco, una iniciativa que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Pozoblanco y la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno.

Cofradía del Cristo de Medinaceli: El impresionante Cristo es portado a hombros por braceros. Rafa Sánchez