La Semana Santa de El Carpio es el resultado del legado heredado de tiempos pretéritos, que ha tenido dos grandes etapas de crecimiento en el siglo XX. La primera en la posguerra, cuando las hermandades encargaron a los imagineros andaluces más reconocidos del momento las nuevas tallas que vendrían a sustituir a las destruidas durante la contienda. Por otro lado, en las décadas de los ochenta y noventa supieron los cofrades carpeños adaptarse a la revolución de las cuadrillas de hermanos costaleros, lo que motivó un crecimiento sustancial de las hermandades y cofradías que aumentaron exponencialmente su patrimonio de la mano de los artistas, artesanos y talleres más afamados y prestigiosos. Todo esto dio como resultado una Semana Santa que transita por el camino de la excelencia artística y de la idiosincrasia cultural, en la que tienen cabida tradiciones ancestrales y lo mejor de la producción artística cofrade.

El Domingo de Ramos, abre la Semana Santa la Hermandad de la Entrada Triunfal en Jerusalén. Se trata de una procesión alegre en la que tiene especial participación una nutrida representación de todas las hermandades que forman un largo cortejo de palmas que precede al paso, que suele ir rodeado de muchos niños que viven intensamente el arranque de la Semana de Pasión. Acompañará musicalmente la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Salud, de Churriana de la Vega (Granada). Además, será una ocasión excepcional para disfrutar del discurrir de la procesión por el remozado centro histórico del pueblo, especialmente por el entorno del Teatro Municipal que, con la imponente torre de Garci Méndez al fondo, compone un marco incomparable.

El Jueves Santo, tras la cuidada celebración de los Santos Oficios en la parroquia de la Asunción, hace estación de penitencia la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Amor. La hermandad, fundada en la segunda mitad del siglo XX, ha ido creciendo desde sus humildes orígenes, dando como resultado un cortejo brillante con una marcada dirección artística que es fruto del ilustre tallista y proyectista cordobés Andrés Valverde Luján, que dotó a la cofradía de un estilo renacentista elegante que impregna a todos los enseres de la cofradía.

La imagen de Jesús del Prendimiento es obra Amadeo Ruiz Olmos, que recoge ciertos matices de modernidad. El Cristo, con su característico semblante lívido, presenta una expresión contenida y serena que, a la vez, es capaz de transmitir un profundo sentido espiritual. Procesiona sobre el paso de mayores proporciones de la Semana Santa carpeña, un conjunto sobrio en el que destacan los elementos de orfebrería, especialmente los imponentes faroles.

El segundo paso de la hermandad es el palio de María Santísima del Amor, obra del imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte, que resume en su rostro las características morfológicas más reconocibles del prolífico autor. El palio, en proceso de construcción pero que ya ofrece piezas muy interesantes, como la original crestería y la candelería, irá acompañado musicalmente por la Banda de Música de El Carpio, una de las dos formaciones locales, que acompañará también a la Soledad el Sábado Santo.

Prendimiento: Protagonista del Jueves Santo, durante la escenificación. Reportaje gráfico Enfoque94

La hermandad recuperó hace años la tradición de la escenificación de la traición de Judas y el prendimiento de Jesús. Así, en el cortejo se integran los apóstoles y el espléndido Imperio Romano, que al llegar a la plaza de Blas Infante escenifican el momento del Prendimiento en el que es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más especiales de la Semana Santa.

Desde hace más de cuatro siglos, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena procesionan en la madrugada del Viernes Santo por las calles de El Carpio; no en vano, fue fundada en 1580, lo que hace que no solo se trate de la institución más antigua del pueblo, sino que además es una de las hermandades más antiguas y con más historia de la provincia.

La hermandad, que tuvo en el pasado etapas de gran esplendor, al integrar entre sus filas a las élites locales, resurgió cual ave fénix de las cenizas de la Guerra Civil, encargando al ilustre imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci una soberbia talla de Cristo con la cruz al hombro, de lo más logrado de su extensísima producción y la imagen de más valor artístico de toda la Semana Santa. Viste túnica bordada por las reverendas madres trinitarias hispalenses y luce unas interesantes potencias obra del laureado Emilio García Armenta. Procesiona sobre un dorado canasto barroco, al que Manuel Guzmán Bejarano talló los respiraderos para completar un conjunto de esbeltas proporciones y de un marcado sabor clásico.

El trabajo de la cuadrilla de costaleros y los sones de la Agrupación Musical de El Carpio dan como resultado una conjunción armoniosa que ya causó gran impresión en la procesión magna de nazarenos de la capital cordobesa.

Acompaña a Jesús la imagen de María Santísima Nazarena, obra atribuible a la primera etapa de Martínez Cerrillo que ha sido recientemente restaurada por Jesús Zurita y José Gavilán. En dicha intervención se ha recuperado la policromía original, opacada tras varias intervenciones anteriores. El paso es portado por una cuadrilla de mujeres costaleras, pioneras en la provincia.

El Viernes Santo carpeño congrega a tres hermandades en una única jornada, en la que la melancolía de la Semana Santa que va terminando se mezcla con la brillantez y la seriedad de los cortejos procesionales. Los tonos malvas del atardecer son testigos de la primera de las hermandades que se pone en la calle acompañada por un largo cortejo de capas rojas, la de la Misericordia, que procesiona acompañada por la Agrupación Musical de El Carpio.

Nazareno: Sale a las calles de El Carpio la madrugada del Viernes Santo. Reportaje gráfico Enfoque94

El Calvario se adjetiva con un nombre propio, Miguel Arjona Navarro. Al ingenio y a las manos del artista cordobés se debe todo el conjunto, a excepción de la imagen cristífera. La Virgen de los Desamparados y San Juan Evangelista son dos obras gubiadas por Arjona, en las que queda patente el esfuerzo de su autor por incluir rasgos propios de la escultura figurativa española de final de siglo, al ser imágenes de expresión contenida y volúmenes suaves que se alejan de las corrientes neobarrocas predominantes. El paso, también de Arjona, presenta profusión de hojarasca, y saldrá este año con las cuatro cartelas que incluyen escenas de la pasión restauradas.

Tras esta hermandad discurre la de los Dolores, que recorre las calles de El Carpio acompañada por el que actualmente es el cortejo más numeroso, tras el crecimiento que se ha producido en la última década. La Virgen es obra de Antonio Castillo Lastrucci y la contemplación de la imagen bajo palio es sinónimo de buen gusto. El paso, de bambalinas clásicas y profunda identidad sevillana, es un conjunto medido y equilibrado, que siempre se ornamenta con un cuidado y delicado exorno floral de claveles, rosas y orquídeas.

La hermandad se encuentra en un momento dulce e ilusionante, pues celebrará el año próximo el 75º aniversario y para dicha efemérides la junta de gobierno está preparando un importante número de actos y proyectando el estreno de enseres.

Cierra la jornada la Piadosa Hermandad del Santo Sepulcro. La imagen del Cristo, también tallada por Lastrucci, procesiona sobre un imponente sarcófago barroco, atribuido recientemente por el historiador Julián Hurtado de Molina a Gregorio Fernández, culmen del barroco y máximo exponente de la escuela castellana de imaginería. La monumental pieza se realizó para cobijar la imagen del yacente que actualmente se conserva en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, pero terminó en El Carpio porque se usó para trasladar los restos del Marqués Luis Méndez de Haro, por orden de su hijo y sucesor, el diplomático y posteriormente Virrey de Nápoles Gaspar Méndez de Haro, el coleccionista privado más importante del barroco español.

El paso, que siempre ha sido valorado por su gran calidad artística -prueba de ello es que ha sido copiado y ha servido de inspiración en repetidas ocasiones-, adquiere ahora, a tenor del descubrimiento de su autoría, un profundo valor histórico, pues fue creado en 1627, sesenta y cinco años antes que el paso de Jesús del Gran Poder de Sevilla, considerado hasta ahora el paso procesional más antiguo de los conservados en España. Este año estrena una nueva iluminación que pretende poner aún más en valor la excepcional pieza, que discurre por las calles con gran solemnidad y recogimiento, acompañada por elegantes mujeres ataviadas con mantilla y musicalmente por el canto de un coro fúnebre.

Santo Sepulcro: Una de las tallas más valiosas a nivel internacional, con el sarcófago del siglo XVII, obra de Gregorio Fernández. Reportaje gráfico Enfoque94

El Sábado Santo cierra las procesiones de penitencia la Cofradía de la Soledad, una interesante imagen de Martínez Cerrillo, con un modelado en el rostro excepcional que hace que pueda situarse como una de las mejores obras del imaginero bujalanceño. Procesiona, además, sobre un antiguo canasto barroco, que ya se presenta totalmente restaurado y redorado a la espera de terminar aún algunos elementos del paso que se encuentran en proceso de talla por parte de los hermanos Higuera. La cofradía, integrada por mujeres, forma un largo cortejo de mantillas.

La mañana del Domingo de Resurrección, al igual que la del Domingo de Ramos, es una jornada festiva y alegre. La procesión de Nuestro Señor Resucitado es una explosión de júbilo en la que los más pequeños también son protagonistas, pues es tradición que desde los balcones se lancen globos de colores que los niños y niñas carpeñas se afanan por recoger durante todo el recorrido.

El Resucitado: Un momento de la llegada de la imagen a la puerta del Ayuntamiento, que supone el fin de la semana grande de El Carpio. Reportaje gráfico Enfoque94