«Viernes Santo, triste día». Así dice un cántico coreado propio de dicha jornada en Puente Genil, y no puede haber mejor resumen que remitirse a lo que dice ese verso. A las 6.45 horas, con la amenaza de lluvia dando una tregua, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno El Terrible aparecía en el pórtico de la parroquia y, ante un gran número de personas, sonaron los acordes de la Diana, el Miserere y el Stabat Mater entonadas por los miembros de la Escuadra Tabaco del Imperio Romano. No obstante, la cofradía de Jesús Nazareno tuvo que tomar la decisión de regresar a su templo cuando permanecían en el Paseo del Romeral. A partir de ese momento, todo aquel que quisiera ver la imagen del patrón de Puente Genil tenía hasta las 19.00 horas para venerarla. Por otro lado, el desfile de figuras bíblicas sufrió una importante modificación ya que la Agrupación de Cofradías informó de que la procesión quedaba suspendida, dejando a las propias juntas directivas de los cuarteles la potestad de tomar la decisión de hacer las reverencias de forma voluntaria a El Terrible. La lluvia también provocó el adelanto de la subida del Imperio Romano a la parroquia de Jesús Nazareno, a las 17.15 horas. Ya por la tarde, hubo más corporaciones bíblicas que aprovecharon la tregua para sacar sus figuras a la calle. Por la noche, la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, la hermandad de las Angustias, y la cofradía de San Juan Evangelista realizaron su estación de penitencia por las calles del casco histórico. Y ayer salieron el Santo Sepulcro y las Lágrimas.