La angustia de muchos hermanos por las prisas para reparar el palio, dañado el año pasado, se deshizo como por ensalmo con la salida de la cruz de guía. Lleno hasta la bandera alrededor de la iglesia en uno de los domingos de ramos más memorables de los últimos años para abrir la Semana Santa, con la Reina de la Palma (estrenaba techo de palio confeccionado por Antonio Villar), Jesús de los Reyes y, por supuesto, cientos de pequeños hebreos. El exorno del misterio volvía a evocar una pradera silvestre junto al camino que condujo a Jesús a Jerusalén, mientras que en el palio se reivindicaba el propio nombre de la Señora con unas jarras frontales de orquídeas y palmas tejidas.