La lluvia impidió anoche que el vía crucis de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, titular de la cofradía de la Paz, pudiera llegar hasta la céntrica parroquia de San Miguel, como estaba previsto.

Tras la eucaristía, que dio comienzo a las 20.00 horas, la cofradía suspendía el piadoso rezo por las calles de la ciudad, que finalmente se llevó a cabo en la intimidad de la iglesia de los padres Capuchinos.

Al concluir el acto, se pudo visitar la nave de los pasos, donde estaba dispuesto el Señor de la Humildad y Paciencia, que no iba en su habitual parihuela, sino en el dorado paso de la Divina Pastora de Capuchinos, exornado para la ocasión con un original monte calvario con diversos tipos de verde salteado con iris morado, clavel fucsia, cardo, astromelia morada, así como estatice morado y malva.

El Señor de Martínez Cerrillo lució vestido con la túnica roja de terciopelo inglés y galones antiguos.

De este modo, la cofradía capuchina celebró un vía crucis que iba a ser extraordinario con motivo del 75 aniversario fundacional de la cofradía.

La próxima cita con la popular hermandad de la Paz será pasado mañana, Viernes de Dolores, cuando la imagen de María Santísima de la Paz y Esperanza esté expuesta en la iglesia de Capuchinos a la veneración de los fieles en besamanos, cita imprescindible y preludio de la Semana Santa.