Un recorrido sin piedad si no fuera porque, precisamente, el Cristo de la Piedad es el que justifica el recorrido. 70 nazarenos, la cuadrilla de hombres de 36 costaleros, la de mujeres con 32 (informaba Luis Maya, el capataz), y todo el corazón del barrio de Las Palmeras se personaron de nuevo en el Centro de la ciudad dando una lección de lo que es pundonor, compromiso cofrade y saber luchar contra la adversidad. Por supuesto, tuvieron que echar mano de las ruedas para los tramos más de carretera en éste su segundo recorrido de 12 horas, ya que en el 2011 (cuando iban a entrar por primera vez en Carrera Oficial) y el 2013 el gris cielo impidió la salida. La duración del cortejo aconseja que vayan dos bandas, que por simpatía y afinidad suelen facilitar las cosas a esta hermandad, de recursos ajustados. Este año tocaron la cordobesa banda de La Salud y la del Cristo de la Piedad de Miguelturra (Ciudad Real).