Desde que se anunciara que todas las corporaciones del Martes Santo, en su momento cinco, ya que este año se ha incorporado la Universitaria, harían estación de penitencia en la Catedral, no se había cumplido hasta ayer.

El caso es que ha merecido la pena la espera, y Córdoba lo sabe, por ello la Catedral se convirtió ayer en una improvisada carrera oficial donde cientos de personas se dieron cita para contemplar a las cofradías en este histórico lugar que no se puede comparar, ni en valor estético ni simbólico, con ninguna parte del recorrido de las corporaciones de la ciudad y además gratis.

La primera en hacer estación de penitencia en la Catedral fue la hermandad de la Agonía, que salió desde el propio templo. La corporación del Naranjo, tras unos minutos de adoración al Santísimo, inició la vuelta a su barrio. El Cristo lució con un original exorno en clavel blanco en recuerdo a su titular mariana, que este año cumple 25 años.

Así, poco a poco, fueron llegando hasta el templo mayor las cofradías, cada una con su personalidad y estilo pero todas con la idea de que la Catedral debe ser el camino de las cofradías cordobesas.

La Santa Faz volvió a dejar ese sello de hermandad de centro pero con un toque a barrio, cuyos pasos se adecuan a esta idiosincracia adoptada por la cofradía hace ya algunos años. Bellísimo el exorno del Nazareno de la Trinidad con rosas en morado claro.

También con su particular estilo llegó hasta el primer templo el Prendimiento, del que quizás sea este el último año que veamos las túnicas de raso, comienzo de una renovación estética que se ha propuesto la actual junta de gobierno.

Como siempre, la Sangre volvió a mostrar su clasicismo de hermandad del centro, sobre todo en la exquisited del palio de la Reina de los Angeles. Y finalmente el Buen Suceso, cuya dolorosa cruzó el Patio de los Naranjos destilando hermosura.

Además del pleno en la Catedral, el Martes Santo de este año pasará a la historia por la incorporación de la hermandad Universitaria (que también estuvo en la Catedral) a la carrera oficial, algo que muchos tacharon ayer de un paso atrás, sobre todo cuando entró en el palquillo una cofradía con dos pasos con apenas 50 nazarenos.