Felicidad, alegría, fuerza, esperanza, valentía... Esos fueron los sentimientos que el año pasado la ciudad de Córdoba nos transmitió a todos y cada uno de los hermanos y vecinos de la barriada de Palmeras, por lo cual siempre estaremos agradecidos.

Son sentimientos que unidos a nuestra fe de ser cristianos, vivir con nuestro barrio, con el que estamos volcados trabajando día a día, la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo los 365 días del año es lo que nos hace seguir el camino señalado por Jesús y guiados por misioneros claretianos.

Este año, en el que se cumplen cuarenta años de la hermandad, queríamos haberlo vivido y expresarlo de igual manera junto a la ciudad de Córdoba. Piedad, esperanza, vida y dulzura es lo que esta hermandad y cofradía de Palmeras quiere expresar cada Miércoles Santo por las calles de nuestra ciudad, intentando dar nuestro testimonio de fe y de humildad.