La lluvia fue ayer la protagonista un año más del Martes Santo, obligando a las ocho cofradías sevillanas a quedarse (por segundo año consecutivo) en sus templos para que sus tallas religiosas no se vean afectadas por el agua.

Las ocho hermandades que debían realizar ayer su estación de penitencia en la catedral sevillana decidieron suspender la salida de sus respectivos templos una tras otra debido a la lluvia que amenazaba todo el Valle del Guadalquivir.

La hermandad de El Cerro, la más madrugadora de la jornada, fue la primera en anunciar que no saldría de su parroquia Nuestra Señora de los Dolores, debido al alto riesgo de lluvia que se asomaba desde primeras horas de la mañana en Sevilla.

En la misma línea, y una tras otra, las hermandades de San Esteban, Los Estudiantes, Los Javieres, San Benito, La Candelaria, Santa Cruz y La Bofetá decidían ayer quedarse en sus sedes correspondientes y no salir en esta Semana Santa.

El Domingo de Ramos, las hermandades sevillanas de San Roque, El Amor y La Amargura, tras pedir una prórroga para ver si mejoraban las predicciones meteorológicas, también decidieron no iniciar su recorrido procesional por las calles sevillanas.

Por su parte, el Lunes Santo, todas las cofradías salieron en procesión en Sevilla, aunque en ocasiones tuvieron que soportar una leve llovizna.

Algo más de suerte tuvieron las cofradías malagueñas, entre ellas el Cristo de las Penas, que pudo salir de su casa de hermandad para hacer estación de penitencia.