GINECOLOGÍA

Síndrome genitourinario: Lo sufre en silencio una de cada dos mujeres durante la menopausia

Este síndrome produce molestias que pueden afectar tanto a la vagina y los genitales externos como a la vejiga o la uretra. Y aunque afecta al 47 % de las mujeres en la menopausia, el 70% no lo consulta

Síndrome genitourinario: Lo sufre en silencio una de cada dos mujeres durante la menopausia

Síndrome genitourinario: Lo sufre en silencio una de cada dos mujeres durante la menopausia / Pexels

Aproximadamente un 47% de las mujeres padece síndrome genitourinario durante la menopausia y hasta un 70% no consultan por ello a pesar de tener un gran impacto en su calidad de vida. 

Este síndrome, considerado así desde hace solo 10 años, es un conjunto de síntomas provocados por la disminución de estrógenos y otras hormonas sexuales que se produce durante la menopausia. Las molestias pueden afectar tanto a la vagina y los genitales externos, como a la vejiga o la uretra. 

Síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia

Los especialistas de la Sociedad Española de Ginecología (SEGO) describen los principales síntomas que este síndrome provoca en la población femenina durante el climaterio:

  • La sequedad vaginal es descrita por las pacientes como la molestia más incómoda. 
  • Falta de lubricación durante las relaciones sexuales. 
  • Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • Picor e irritación. 
  • Menor deseo sexual. 
  • Molestias al orinar. 
  • Infecciones urinarias.
  • Incontinencia.

A pesar de las molestias que causa y de la pérdida de calidad de vida que provoca, todavía son muchas las mujeres que, a pesar de sufrir uno o más de estos síntomas, no consultan sobre ello.

Entre las razones de infradiagnóstico que señalan los ginecólogos destacan por un lado un “fallo en la comunicación entre médico y paciente”, y, también, el desconocimiento sobre este síndrome entre la población femenina. 

Este síndrome produce molestias que pueden afectar tanto a la vagina y los genitales externos, como a la vejiga o la uretra.

Este síndrome produce molestias que pueden afectar tanto a la vagina y los genitales externos, como a la vejiga o la uretra. / Shurkin Son. Freepik

Pero la menopausia no es la única causa que puede provocar este síndrome.

Así, aquellas mujeres que se encuentren bajo tratamiento de anticonceptivos orales, que hayan tenido una cirugía ginecológica, que haya sufrido una menopausia precoz, o que a causa de un tumor hayan recibido tratamientos de radioterapia o quimioterapia, también pueden sufrir las molestias de este síndrome genitourinario. 

También puede aparecer durante el postparto o el periodo de lactancia, por el consumo de determinados fármacos (como antidepresivos) o en fumadoras. 

Tratamientos para mejorar la calidad de vida de la mujer

Aunque el síndrome genitourinario de la menopausia no es considerado como algo de gravedad, sí afecta de forma considerable a la calidad de vida de las mujeres. Y para abordar los síntomas, los especialistas en ginecología disponen de diversos tratamientos. 

  • El tratamiento de primera línea en casos más leves son los hidratantes y lubricantes vaginales, indican desde la SEGO. La variedad de estos productos en el mercado permite que cada paciente elija el más conveniente en cada caso. 
  • Otra alternativa es la terapia hormonal local, mediante óvulos o cremas con pequeñas dosis de estrógenos. Estos fármacos se utilizan en los casos moderados. 
  • Láser vulvovaginal. Una técnica relativamente nueva que permite la producción de colágeno y la renovación de las células de la zona vaginal. 
  • Uso de ospemifeno, el primer tratamiento no hormonal para tratar el síndrome genitourinario de forma oral. Está indicado en mujeres postmenopáusicas que no pueden ser tratadas con estrógenos. 

Pero además de todas estas alternativas terapéuticas, los ginecólogos de la SEGO están de acuerdo en que hay otro elemento fundamental para las mujeres con síndrome genitourinario de la menopausia: los hábitos saludables. 

En esta línea, los especialistas hacen algunas recomendaciones a las mujeres que comienzan a sufrir estas molestias: 

  • No fumar. “El tabaco aumenta el metabolismo estrogénico y se ha asociado a atrofia vaginal”, subrayan los ginecólogos. 
  • Mantener un peso adecuado. 
  • Incorporar la actividad física a la rutina diaria. 
  • Mantener la actividad sexual, bien sea en pareja o en solitario. De esta forma “aumentan el flujo sanguíneo vaginal y mejoran la elasticidad y la lubricación”.