Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, un 8,2% de los hombres en España padecen diabetes. Además de los problemas propios de la enfermedad, tener diabetes aumenta el riesgo que padecer patologías cardiacas, neuropatías, enfermedades renales, daño ocular o problemas cutáneos. 

Pero hay una cuestión más, de la que se habla poco, y que puede ser afectada por la diabetes en los hombres. Es la afectación a su fertilidad. 

Y es que la diabetes tiene un impacto negativo en la maduración, el desarrollo y la funcionalidad de los espermatozoides, lo que afecta directamente a las las posibilidades de lograr un embarazo.

¿Por qué ocurre esto? 

La respuesta es simple, ya que en el caso de los hombres con diabetes los espermatozoides suelen envejecer prematuramente. Así lo explica el doctor Manuel Muñoz, director de IVI Alicante: “Esto ocurre debido a la elevada concentración de especies reactivas de oxígeno en el aparato reproductor, favoreciendo así el estrés oxidativo en el entorno de los espermatozoides, lo que influye directamente en la fertilidad masculina”.

  • En concreto, se ha observado una disminución de la fertilidad en el varón con diabetes sin que se encuentren cambios importantes en el seminograma, la prueba con la que se evalúa la calidad del semen. Eso sí, casi siempre se trata de varones con una diabetes mal controlada. 

Además, estos cambios en la estructura de ADN del esperma se manifiestan por la disminución de su capacidad de fecundación que, si progresa, puede conducir a un fallo de implantación, un aborto involuntario o un aumento del riesgo de cambios genéticos transmitidos a la descendencia.

“En estos pacientes la capacidad de reparación del material genético puede estar comprometida, existiendo mayor probabilidad de que el índice de fragmentación del ADN espermático esté aumentado, incluso cuando los parámetros de concentración y movilidad de los espermatozoides están dentro de la normalidad”, aclara el doctor.

La diabetes tiene un impacto negativo en la maduración, el desarrollo y la funcionalidad de los espermatozoides.

Pero no solo a los espermatozoides. Una diabetes mal controlada puede tener otras consecuencias relacionados con la sexualidad. Por ejemplo, puede provocar problemas como la disfunción eréctil, trastornos en la eyaculación o hipogonadismo (deficiencia de testosterona con signos o síntomas asociados, deficiencia de producción de espermatozoides o ambas).

¿Qué soluciones hay? 

Pues todo se resume en mantener a raya la diabetes. Para ello es fundamental seguir un estilo de vida saludable, así como mantener un peso adecuado, hacer ejercicio de manera regular y evitar el consumo de sustancias tóxicas. Estos cambios en el estilo de vida pueden repercutir positivamente en la fertilidad del varón. 

“Aunque la diabetes se trate de un factor no modificable, factores externos como pueden ser una mala alimentación y obesidad o malos hábitos como el tabaco, exceso de alcohol o consumo de drogas contribuyen a que esta enfermedad no esté controlada de manera óptima. Siempre recomendamos incorporar pautas saludables en el día a día y llevar una vida activa para tener un buen punto de partida”, comenta el doctor Muñoz.

  • “Con un adecuado control de la enfermedad, habrá menos probabilidades de presentar factores que produzcan infertilidad, ya que el estado general de estos pacientes suele mejorar con un mayor control de la glucosa o disminución del índice de masa corporal, por ejemplo.

Pero como siempre, recomendamos consultar con un especialista para que pueda valorar cada situación y aportar una solución personalizada adecuada a cada caso”, concluye el doctor Muñoz. 

Entre las formas para valorar la incidencia de la diabetes en la fertilidad, los especialistas cuentas con varias pruebas diagnósticas para valorar los niveles de testosterona si ya existe una disfunción eréctil. 

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  • También a través de un espermiograma, se puede evaluar la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.  

Además, si existen dudas sobre eventuales alteraciones en la estructura del ADN, es necesario también realizar estudios complementarios de análisis genético, como el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y, fragmentación DNA espermática y estrés oxidativo espermático.