La llegada de septiembre supone la vuelta a la rutina y el fin de las vacaciones de verano. Este paso siempre cuesta, tanto a jóvenes como adultos, y es probable que nos desanime la idea hasta tal punto que lleguemos a desarrollar lo que se conoce como depresión postvacacional.

La depresión postvacacional es un síndrome que se caracteriza por un intenso decaimiento al reincorporarse al trabajo después de las vacaciones. Aunque suele ser un trastorno pasajero, puede llegar a necesitar de atención psicológica.

Consejos para evitar la depresión postvacacional

A pesar de que es un trastorno psicológico, se puede llegar a evitar su desarrollo. Estas son algunas pautas a seguir si queremos reducir las probabilidades de su aparición.

  • Regresar antes a casa: tener un regreso progresivo a la actividad y descansar en casa algunos días de vacaciones hará más fácil la reincorporación a la rutina.
  • Normalizar el horario poco a poco: cuando estamos de vacaciones solemos dormir mucho más de lo habitual. Volver al trabajo supone volver a cumplir con nuestros horarios, así que es aconsejable regularlo unos días antes de empezar.
  • Recuperar los hábitos y el ejercicio físico de manera paulatina: volver a la normalidad lo antes posible es lo ideal, pero no debes forzarte. Se necesitan 21 días para instalar un hábito, así que tómate el tiempo necesario para recuperarlos y, de esta manera, disfrutar de sus beneficios.

Practicar ejercicio regularmente puede ayudar a reducir el estrés. CÓRDOBA

  • Planificar objetivos realistas: sobrecargarte a la vuelta del trabajo planificando un montón de retos al mismo tiempo solo aumentarían la sensación de descontrol. Recuerda fijar tus objetivos pensando y programando nuestras tareas con la finalidad de cumplirlos. Además, debemos empezar siempre por el que sea más fácil de desarrollar.
  • Regularizar tu agenda priorizando lo más inmediato: saber organizarse a la vuelta de las vacaciones es imprescindible. En caso de no poder finalizar las tareas pendientes debemos anotarlas para así realizarlas cuando sea posible. De este modo, evitarás estar dándole vueltas al tema y sentirte agotado por ello.
  • Aprovechar y disfrutar del tiempo libre que tengamos: los pequeños placeres pueden ser de gran ayuda para hacer más amena la vuelta a la rutina. Un buen plan podría ser quedar el primer día con los compañeros de trabajo para hacer una pausa y conversar sobre cómo ha ido todo durante las vacaciones. En esencia, tomarnos la vuelta con optimismo.