Durante la temporada estival proliferan las intoxicaciones alimentarias, como la salmonelosis. Esta infección es la segunda enfermedad que se transmite de animales al hombre más notificada en la Unión Europea. Y la primera causa de brotes alimentarios en el mundo.

Los datos hablan por sí solos: 52.702 casos confirmados en 2020. Solo en España (y en plena pandemia del coronavirus) se declararon 3.526 casos en humanos.

Es importante aclarar que los síntomas aparecen entre 6 y 72 horas después de la ingesta de los alimentos contaminados con Salmonella.

La enfermedad, que tiene una duración estimada entre 2 y 7 días y causa los siguientes síntomas:

  • Fiebre (que aparece bruscamente).
  • Dolor abdominal.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Mialgias.
  • Cefalea.

Archivo - Varias personas en la Playa de Levante, en la Manga del Mar Menor, en Cartagena, Región de Murcia (España). Europa Press - Archivo

Por ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) nos da algunos sencillos consejos para evitar molestas y peligrosas intoxicaciones…

Lo primero de todo y más importante en esta época del año es respetar la cadena de frio. Para ello:

  • Espera al último momento antes de salir de casa para guardar en tu nevera portátil toda la comida que necesite refrigeración.
  • Opta por los mejores sistemas de acumulación de frio. Si optas por los cubitos de hielo es importante que el agua derretida que provocan no entre en contacto directo con los alimentos.
  • Una vez que llegues a la playa o la piscina, procura que la nevera permanezca siempre a la sombra.
  • Deja los alimentos dentro de la neverita hasta que no vayas a consumirlos.
  • Evita abrir la nevera portátil si no es necesario, porque en cada apertura se produce una pérdida de frio.

Una camarera sirve una consumición a un cliente en un chiringuito de playa en Barcelona. /

Antes de salir de casa debes tener en cuenta algunas cosas:

  • Sin lugar a dudas la reina de las vacaciones es la clásica tortilla. Pues bien, asegúrate de que esté bien cuajada y consérvala en la nevera hasta el momento de salir por la puerta de casa.
  • No mezcles alimentos en un solo recipiente. Lo mejor es utilizar uno para cada cosa.
  • Tampoco se deben guardar los alimentos crudos con los cocinados.
  • Evita que si desprenden líquidos puedan contaminar otros productos.
  • Y la fruta y la verdura siempre bien lavada.

¿Vas a hacer una barbacoa?

  • Cuando vayas a hacer las brasas usa maderas que no tengan resinas, que no estén usadas y que no tengan restos de barnices ni pinturas.
  • Saca la carne o el pescado crudo de la nevera portátil cuando las brasas ya estén preparadas, no antes.
  • ¡¡¡¡Churrascado no significa bien hecho!!!! Desde la AESAN explican que, si quemamos demasiado la carne, pueden aparecer sustancias con efecto cancerígeno. Además, aunque por fuera el alimento parezca quemada, puede no estar adecuadamente cocinado en su interior. Haz algún corte para comprobar que está hecho por dentro.
  • Evita la contaminación cruzada, no uses las mismas pinzas, bandejas, cuchillos,… para los alimentos crudos y los cocinados.

Medidas generales

  • Lavar las manos con agua y jabón tanto antes como después de tocar los alimentos.
  • Sécatelas bien, mejor con pañuelos o paños de un solo uso.
  • Lleva siempre una botella de agua para la higiene de manos, por si no hay fuentes de agua potable.
  • Evita la contaminación cruzada, ¿cómo? Separando siempre los alimentos cocinados de los crudos. Usa platos, tenedores y cuchillos distintos para cada uno de ellos.
  • Lava las frutas y verduras antes de consumirlas, ¡aunque tengan piel y no te la vayas a comer!
  • Intenta no recurrir a alimentos preparados o que contengan huevo crudo, como mayonesas, salsas, etc.