Sensación de que el suelo que pisamos se mueve y los objetos giran a nuestro alrededor, de inestabilidad, náuseas… Estos son los desagradables síntomas que sufren los pacientes con vértigo.

Síntomas que les obligan en muchas ocasiones a encerrarse a oscuras en una habitación para tratar de paliar el malestar que provocan. 

Los vértigos son un motivo de consulta frecuente, tanto en Atención Primaria como en Urgencias.

Y aunque una gran mayoría de los casos no revisten gravedad, sí es cierto que, según señala el doctor Manuel Mozota, responsable del Grupo de Trabajo de Otorrinolaringología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG):

  • "Resulta muy incapacitante y puede mermar mucho la calidad de la vida de la persona que lo sufre"

La incidencia de esta patología aumenta entre las personas mayores, “pero puede afectar a mujeres y hombres de cualquier edad, e incluso a niños”, señala el doctor. 

¿Qué es el vértigo periférico?

El doctor Manuel Mozota explica que existen dos tipos de vértigos, el periférico y el central. 

El vértigo periférico está causado por una alteración en las estructuras del oído interno que controlan el equilibrio, es decir, el sistema vestibular o el nervio vestibular que son los encargados de transmitir la información de equilibrio al cerebro. 

Se trata del tipo más común ya que se diagnostica entre el 85% y el 90% de los casos de vértigo. Se caracteriza porque aparece de forma brusca y sus síntomas suelen ser intensos, aumentando con el movimiento de la cabeza o el cambio de postura. 

Los síntomas más frecuentes según los expertos son: 

  • Nistagmo horizontal o vertical, es decir, movimiento involuntario y rápido de los ojos, de arriba abajo o de derecha a izquierda.
  • Sensación de mareo.
  • Aumento de la sudoración. 
  • Náuseas y vómitos.
  • Taquicardia.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Acúfenos.

¿Qué es el vértigo central?

El central es el tipo de vértigo que se debe a una alteración del cerebro, por lo que nada tiene que ver con los movimientos de la cabeza o los cambios de postura, a diferencia del periférico. 

El paciente que sufre este tipo de vértigo no experimenta la sensación de que se mueve el lugar donde está, ni giran los objetos. Es una sensación que aparece de forma paulatina y sus síntomas no son tan intensos.

El doctor Mozota señala que, además de los síntomas propios del vértigo central (sensación de inestabilidad, mareo, oscilación o problemas para caminar), pueden aparecer síntomas neurológicos como:

  • La diplopía
  • La ataxia
  • Parálisis facial
  • Disartria...

Prevalencia e incidencia

Conocer el número de personas que se ven afectadas por los vértigos "es complicado", según explica el doctor Mozota.

Pero existe un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine cuyos resultados sugieren que los mareos y el vértigo son frecuentes en la población, con una prevalencia del 23% y una incidencia aproximada del 3%. 

Los diagnósticos más frecuentes fueron:

  • Vértigo posicional paroxístico benigno (28,2%): breves episodios de vértigo ocasionada por un cambio en la posición de la cabeza. 
  • Migraña vestibular (28,2%): asocia dolor de cabeza y vértigos.
  • Enfermedad de Ménière (13,8%): a los vértigos se suma la pérdida de oído. 
  • Trastornos de origen vascular (5,7%).
  • Mareo subjetivo crónico (4,6%). 
  • Neuritis vestibular (4%).

En general, según palabras del especialista y experto de la SEMG, "la mayoría de los problemas que afectan al sistema vestibular suelen tener una causa benigna y evolucionar de manera favorable. Pero durante la fase aguda de los episodios, y según el tipo de vértigo, existen fármacos que pueden ayudar a mitigar los síntomas".