El colesterol es uno de los grandes males de nuestro tiempo y, aunque seguro que en la antigüedad no tenían tantos problemas con los triglicéridos como en la actualidad, muchas de los alimentos que se utilizaban hace milenios son la respuesta actual para estas patologías que pueden derivar en problemas cardiovasculares. 

El trigo egipcio, llamado por algunos como “supercereal” milenario, es en realidad el trigo de Jorasán o Kamut. 

Aunque su cultivo proviene de las zonas de Asia Central, el nombre popularizado en Estados Unidos con el nombre de “Kamut” es egipcio, y su éxito se explica por una campaña de publicidad a cargo de dos granjeros de Montana (Bob y Mack Quinn) que inventaron una leyenda para vender esta variedad. 

Además de difundir la historia de que el trigo de Jorasán se había encontrado en una tumba, también pusieron de manifiesto los múltiples beneficios que tiene su consumo al destacar la pureza genética y la escasa intervención en el cereal. 

Un súpercereal para reducir el colesterol 

Pero yendo más allá de la historia de este alimento, y entrando de lleno en las propiedades que nos interesan del trigo de Jorasán, primero necesitamos saber identificarlo: en primer lugar, se trata de una variedad de cereal más grande que el trigo original y que tiene un sabor almendrado. 

¿Por qué es beneficioso para el colesterol?

Las propiedades que hacen del trigo de Jorasán un alimento adecuado para bajar el colesterol son que estimula el metabolismo y ayuda a que consumamos de forma más rápida los carbohidratos simples. 

Además de esto, el Kamut refuerza el sistema inmunológico y fortalece los tejidos. 

Recetas con kamut o trigo egipcio

Pero está claro que la duda más difícil de resolver es, ¿Cómo se come el trigo egipcio? Muy sencillo, al tratarse de un cereal más, podemos hervirlo y utilizarlo como sustituto del arroz en sopas, platos de cuchara o acompañamientos.