Los expertos advierten de que la mayor parte de las personas afectadas por la astenia primaveral no toma medidas para combatirla y, sin embargo, los síntomas pueden llegar a requerir atención médica si no se actúa para evitar que se alarguen en el tiempo.

Así, especifican, la existencia de síntomas previos de estrés, ansiedad e hiperactividad, entre otros, puede provocar que la astenia primaveral se presente con mayor virulencia y, por otro lado, la disminución de las defensas, que suele acompañar a los bajos estados de ánimo, puede provocar mayor riesgo de infecciones.

Concretamente, la astenia primaveral es un trastorno temporal que afecta cada año a casi la mitad de la población. Sus principales síntomas son una sensación generalizada de cansancio y somnolencia, falta de energía, problemas para conciliar el sueño, ansiedad e irritabilidad, falta de motivación y concentración o falta de libido, entre otros.

Según explican los expertos, sus causas son puramente ambientales, provocadas por los cambios de temperatura y presión atmosférica y los cambios horarios, así como por los problemas del organismo para adaptarse a esas condiciones de la nueva estación.

Tal y como explican desde el laboratorio Aora Health, la prevención juega un papel importante, puesto que "cuanto mejor se encuentre el estado general del organismo, mejor se adaptará a las nuevas condiciones". Por ello, recomiendan la práctica de hábitos saludables, como un adecuado descanso nocturno, la realización de ejercicio de manera regular, tiempo de ocio y relajación, evitar el consumo de tabaco, alcohol y café, una dieta equilibrada, evitando las cenas abundantes y potenciando el consumo de fruta y verdura; consumir abundante agua, entre otros factores. "Son hábitos que deben ser incorporados para contribuir al bienestar y a una mejor calidad de vida", recalcan.