Un año marcado por la sequía

La sequía ha marcado este año a la provincia de Córdoba de forma notable. Tanto, que las restricciones al consumo humano llegaron a estar sobre la mesa de algunos despachos de quienes deciden sobre el asunto. Sobre todo en la zona norte, donde la situación dramática del embalse de Sierra Boyera --en el Guadiato-- ha obligado a las administraciones a ponerse de acuerdo para hacer un trasvase de urgencia desde La Colada, en Los Pedroches, cuyas obras se están ejecutando.

Las alarmas saltaron en abril, cuando un informe técnico avisaba de que, si la situación meteorológica no cambiaba, no se garantizaba el agua más allá de octubre. Por suerte, además de las obras ya iniciadas, las lluvias de diciembre han aliviado la situación.

En el plano político, el año se inició con la confirmación por parte del TSJA de la condena a 12 años de inhabilitación para el alcalde de Nueva Carteya, Vicente Tapia, por un delito de prevaricación administrativa en relación al ruido generado por un hostal-restaurante. No obstante, el recurso ante el Supremo, que aún no se ha resuelto, ha permitido que siga en el cargo.

Las elecciones autonómicas llevaron aparejados movimientos en las alcaldías y equipos de gobierno de varios municipios. En el caso del PP los afectados fueron Priego, Villanueva de Córdoba y Pozoblanco. La alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, fue nombrada secretaria general de Administración Local de la Consejería de Justicia y le sustituyó Juan Ramón Valdivia. Por su parte, la regidora de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, asumió la titularidad de la delegación de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, mientras Gabriel Duque se convertía en alcalde. Y en Pozoblanco, el primer teniente de alcalde, Eduardo Lucena, fue designado delegado de Turismo, Cultura y Deporte.

En el PSOE, la alcaldesa de Montoro, Ana Romero, dejó el Ayuntamiento para centrarse en su labor de parlamentaria autonómica, cediendo el cargo a la vicepresidenta de la Diputación y concejala montoreña, Dolores Amo. 

Los lucentinos vivieron una jornada histórica en la capital cuando, en febrero, la Virgen de Araceli protagonizó una multitudinaria procesión por el entorno de la Mezquita-Catedral con motivo de su restauración.

Y los vecinos del Guadiato también salieron en enero a la calle, en este caso a la carretera, para reclamar que la N-432 sea autovía. Una reivindicación que tendría respuesta poco después en forma de decepción para la gran mayoría de los ciudadanos, ya que la propuesta del Gobierno pasa por una carretera de doble sentido entre Zafra y Espiel en una primera fase a la que no se ha puesto horizonte temporal, lo que deja en la práctica a esta zona sin la soñada autovía.

2022 también ha sido un año de culminación de grandes proyectos, como la puesta en funcionamiento del hospital de Palma del Río --aunque aún solo funcione como centro de especialidades-- y el cuartel de la Guardia Civil de Puente Genil con dos décadas de clamoroso retraso. 

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