La salida del tambor era la señal que antaño avisaba de la cercanía de la romería de la Virgen de Luna, con la evolución de los tiempos ha quedado como un símbolo tradicional que lleva a los niños a las calles para acompañar al cofrade que visita la casas del resto de hermanos de la Virgen quienes les regalan golosinas tras ejecutar la popular danza de rigor. En esta ocasión el tambor saldrá desde la tarde del 31 de enero al 2 de febrero. El sábado, 2 de febrero, tendrá lugar el pregón de la fiesta, que este año está a cargo de Juan Guijo Castro. Natural de Pozoblanco, casado y padre de tres hijos, es médico e investigador. En el año 1983 ingresó en el Cuerpo Militar de Sanidad del Ministerio de Defensa prestando servicios en Madrid, Córdoba, Ceuta y Cerro Muriano, donde actualmente trabaja con el grado de teniente coronel médico en la Brigada de Infantería Mecanizada X Guzmán el Bueno. Ha participado en ejercicios y misiones internacionales en Francia, Italia, Alemania y Bosnia Herzegovina. Está en posesión de diversas condecoraciones, destacando la Medalla al Mérito Militar con distintivo blanco y el distintivo de Mérito por Operaciones de Mantenimiento de la Paz.

El día 3 de febrero tendrá lugar la romería siguiendo el tradicional ritual, y el 4 de febrero, declarado fiesta local, la imagen de la Virgen saldrá en procesión recorriendo la Plaza de la Iglesia y las calles Padre Tarín, Alfareros, Séneca, Fomento, Ancha, Pza. del Pozo Viejo, Tinte, Feria, Salud, José Fernández Escribano, Feria, Cronista Sepúlveda, Jesús, Plaza de la Iglesia. La cofradía anima a los vecinos de estas calles a engalanarlas para participar en el concurso de calles engalanadas y a acoger a la Virgen cuando pase por ellas.

Por otro lado, la cofradía ha recibido del delegado de Cultura del Obispado de Córdoba un cordobán que les ha sido donado con motivo de sus bodas de oro sacerdotales. Manuel Nieto Cumplido, devoto y amantísimo de la Virgen de Luna, lo ha entregado a la cofradía ya que su primera misa tuvo lugar en la ermita y la celebración de las bodas de oro también se ha efectuado en este mismo lugar. También ha donado a la parroquia de Santa Catalina, para uso en el Santuario, varios enseres religiosos procedentes del siglo XVIII, donados por unos marqueses españoles.