El jurista pozoalbense Santiago Muñoz Machado ha sido elegido en el mes de diciembre nuevo académico de la Real Academia Española (RAE). Ocupará el sillón 'r', vacante tras el fallecimiento de Antonio Mingote, al obtener más votos que el otro aspirante, el también jurista Antonio Garrigues Walker. Los estatutos de la RAE establecen tres votaciones para la elección de sus miembros. En la primera, los candidatos han de obtener dos tercios de los votos de los académicos con derecho a ejercerlo, es decir, aquellos con un mínimo de 12 asistencias anuales. La candidatura del catedrático de derecho administrativo Santiago Muñoz Machado --nacido en Pozoblanco en 1949-- contaba con el respaldo de Eduardo García de Enterría, Luis Mateo Díez y José Manuel Sánchez Ron. Por su parte, los firmantes de la candidatura del reconocido jurista Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934) eran los académicos Luis María Anson, José Antonio Pascual y Pedro García Barreno.

Santiago Muñoz Machado es catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense y académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Según ha destacado la RAE, "está considerado como el gran renovador del Derecho Público, especialmente Constitucional y Administrativo, en España, teniendo su obra también una gran influencia en algunos países europeos e iberoamericanos". La Universidad de Valencia, al concederle recientemente el máximo grado de doctor honoris causa, ha reconocido que es "uno de los grandes juristas españoles contemporáneos". El acuerdo de nombramiento subraya que "puede decirse que el Derecho Público español que se desarrolla después de la Constitución española es incomprensible sin la aportación del profesor Muñoz Machado". Su obra jurídica la componen más de treinta libros y centenares de artículos, prólogos, participaciones en congresos y reuniones especializadas.

El profesor Santiago Muñoz ha asegurado a La Crónica de Pozoblanco que entrar a formar parte de Real Academia Española (RAE) le hace sentirse muy feliz y contento "por el gran honor que he recibido". Sin embargo, ve el mundo que le rodea con una gran preocupación por las cosas que pasan, por el mal estado de la economía y por el declive de las instituciones.

¿Qué puede aportar a la sociedad Santiago Muñoz a través del sillón que ocupará en la Real Academia?

--Lo que puede aportar un jurista. Aunque tengo aficiones y prácticas también en el mundo de la literatura y ensayo, soy eminentemente jurista. La academia es una organización compleja, por tanto también necesita de nosotros para su funcionamiento ordinario. También el lenguaje en general se compone en muchísimas ocasiones de palabras con significación jurídica que están en el diccionario y que tienen que ponerse a la altura de los tiempos y corregirlas para adaptarlas. Los juristas estamos muy próximos a la lengua, a las estructuras del lenguaje.

Es autor de una gran bibliografía, pero ¿qué libro le gustaría escribir que no esté relacionado con su profesión?

--Muchísimos. Yo creo que de Derecho ya he escrito casi todo lo que se puede escribir, al menos desde el punto de vista de Derecho Administrativo y Derecho Constitucional, que son las disciplinas que yo más he practicado directamente; del otro tipo de actividades me queda muchísimo. Se me ocurren ensayos, obras históricas, relatos... Tengo muchas obras de ese tipo abiertas que espero ir terminando poco a poco a lo largo de los años.

Acaba de publicar un amplio estudio biográfico sobre otro insigne pozoalbense, el cronista de Carlos V, Juan Ginés de Sepúlveda ¿Cree que aún no se conoce bien su figura a pesar de la publicación de sus obras completas patrocinadas por el Ayuntamiento de Pozoblanco?

--El trabajo que han hecho las personas que han colaborado con el Ayuntamiento de Pozoblanco para traducir la obra de Sepúlveda ha sido formidable porque ha servido nada menos que para poner a disposición de los ciudadanos que no conocen el latín, la mayoría, la obra de un personaje casi desconocido. La biografía final que yo he hecho era también absolutamente necesaria para poner colofón a ese gran esfuerzo intelectual de las traducciones y además para explicar la vida del personaje en el contexto histórico en el que vivió, en el siglo XVI fundamentalmente, en el que él desarrolló una actividad erudita descomunal y ha sido muy importante ahora dar a conocer el personaje y el entorno que es realmente fascinante.

También del año que ha pasado es el 'El informe sobre España'. ¿Qué es lo que más le preocupa de lo que ve a día de hoy en nuestro país?

--Me preocupa el deterioro de las instituciones, que no es el deterioro de una institución, sino el quebranto serio que están sufriendo la mayor parte de las instituciones del país porque casi ninguna funciona en la actualidad muy bien. No van bien los partidos políticos, ni los parlamentos, ni el Tribunal Constitucional, ni las administraciones públicas, casi nada va de un modo correcto. Pero yo lo que estudio ahí principalmente no es en general el repaso, el lijado que necesita todo el sistema sino en particular el modelo de organización territorial del Estado, es decir, las autonomías. Ese es un tema que me ha ocupado mucho tiempo a lo largo de mi carrera y ahora después de casi 35 años de vigencia de la Constitución necesita una meditación, necesita ser replanteado. No para destruirlo ni desmontarlo pero sí para acomodarlo a la situación actual, ver sus defectos y tratar de corregirlos, fundamentalmente quizás mediante una reforma de la propia Constitución que ya tiene edad suficiente como para pasar por el taller.

¿Debemos recuperar algo de la etapa en la que usted fue funcionario al servicio de la Presidencia del Gobierno en la época de Adolfo Suárez?

--No, cualquier tiempo pasado no fue mejor necesariamente. En aquel momento se plantearon las estructuras que ahora tenemos que nos han servido para vivir o convivir razonablemente durante 35 años, pero ninguna solución es eterna, por lo que hay que reexaminar lo que tenemos para acomodarlo a las circunstancias de hoy.

¿En qué proyectos está trabajando ahora?

--Es imposible que le pueda describir eso porque tengo montones de cosas sobre la mesa, proyectos incontables tanto como abogado en mi despacho, como profesor en la universidad, como director de algunas revistas que tienen gran distribución en el país.