FÚTBOL SALA | COPA DEL REY

El Córdoba Futsal se queda en la orilla ante el Noia en la Copa

La escuadra blanquiverde se despidió de la Copa del Rey tras un encuentro frenético frente a un acertado cuadro gallego (2-3) | Álex Viana y Miguelín, autores de los goles en el choque

Lucas Bolo y Jesulito, desolados al final del partido entre el Córdoba Futsal y el Noia.

Lucas Bolo y Jesulito, desolados al final del partido entre el Córdoba Futsal y el Noia. / Manuel Murillo

Miguel Ángel Heredia

Entre trago y mal trago, otro revés. El Córdoba Futsal se despidió de su participación en la Copa del Rey esta temporada de una forma dramática, dolorosa e incluso algo inverosímil, tras salir sin premio de una pugna titánica ante un Noia más acertado en todo (2-3), aunque no el juego. Lastrado por la reiterada fragilidad defensiva, voluntarioso en ataque pese a las condiciones, además de dejando una actuación al borde del sobresaliente en el terreno de sensaciones, los de Josan González se despidieron otro año más de uno de los certámenes a los que tradicionalmente guardan cierto apetito, el torneo del KO, que quedará sin participación blanquiverde tras una eliminatoria de octavos de final en la que Vista Alegre volvió a vibrar como en las grandes citas, aunque una vez más sin premio.

La cita ya comenzó con alicientes. Centenares de cordobesistas, listos para calentar la fría tarde noche desde la grada, amenizaban un Vista Alegre camaleónico -poco antes del encuentro estaba alojando unas sesiones de gimnasia rítmica-, endulzado por el  inconfundible ambiente que siempre trae un duelo a partido único. En la sala de máquinas, por otro lado, Josan González cocinó una apuesta de alto voltaje, con Fabio Alvira bajo palos para encabezar un quinteto altamente ofensivo, al que se sumaron Pablo del Moral, Jesulito, Zequi y Álex Viana. La primera acción del partido, en esa línea, ya marcó un aperitivo del guion venidero para el choque: Alisson aprovechó un desajuste defensivo blanquiverde, se acomodó la pelota para hacer el primero, aunque Fabio ganó el pulso en el mano a mano, mientras que Viana también acarició el primero en la réplica acto seguido. 

Saltan chispas

No hubo tanteo. Tan pronto como el esférico echó a rodar sobre el parqué, el Noia ya tuvo dos para abrir la lata. Hozjan, recién salido, casi culminó un contraataque de libro en los visitantes, mientras que Álex Viana hizo lo propio con un zapatazo en la acción consecutiva, oficializando el intercambio de zarpazos. Lucas Bolo, Perin y Marcelo -con un disparo a la madera-, en lo siguiente, confirmaron que la eliminatoria se haría algo larga para ambos porteros, al momento que Saura avisó en los espacios con algo de juego de espaldas. Mucho equilibrio, reparto equitativo de las acciones, pero todo intacto tras un primer tramo de infarto, en el que los locales ganaban terreno con el avance de las manecillas en el reloj.

Y es que el juego ofensivo no tardó en convertirse en tónica, con los de Josan González buscando lo suyo desde rápidas transiciones, a la par que los de Marlon Velasco hiperactivos desde la posesión. Entre lance y lance, eso sí, los blanquiverdes hacían daño, y mucho. Lucas Perin, secundando el frenetismo de inicio, sacó una jugada de catálogo a los ocho minutos para deshacer la zaga gallega con dos túneles, acabando con un chut cruzado al que Gozi respondió apurado, no sin antes levantar los aplausos de una grada que también iba cogiendo temperatura. 

Álex Viana realiza un regate ante Power durante el choque.

Álex Viana realiza un regate ante Power durante el choque. / MANUEL MURILLO

La mejoría era palpable. El Noia había comenzado contestón y mandando, por delante en todo lo relativo al juego, pero el Córdoba Futsal conocía el camino. Desde la paciencia y la elaboración, aunque sin renunciar al vértigo, los de Josan González preparaban sus opciones con el paso de los minutos. Álex Viana fue el encargado de abanderar el cambio de tornas, con Del Moral, Muhammad y Miguelín en pista para zafarse de la posesión rival y poner el primer gran aviso del choque, primero robando el control, después llegando con insistencia, para acabar remachando con un punterazo directo al palo del ala paulista. Poco tardaría, no obstante, en traducirse la mejoría en rédito, puesto que Viana sería el encargado de abrir el marcador algo después con otro punterazo en dirección a la escuadra, esta vez encontrando las mallas para poner el 1-0. Zequi, finalmente, en casi la última acción antes de la marcha a vestuarios, estuvo a punto de redondear un primer acto de menos a más con un disparo cruzado ante Gozi -precedido de una contra rapidísima hilada por Jesús Rodríguez en mediocampo- que volvió a topar con la madera dejando el resonar de la bocina como banda sonora de fondo.

Pausa, ritmo y castigo

La vuelta del intervalo trajo la calma. Si en la primera mitad no hubo espacio para las probaturas, en la segunda el respeto cogió protagonismo. En los primeros minutos, de esta forma, se confirmó el cambio de roles en pista, con el Córdoba Futsal mandando e incomodando a un Noia al que la efervescencia inicial se le había diluido, aunque con el clásico el peligro. Así, casi cinco minutos después de la reanudación y tras un amplio registro de aproximaciones sin profundidad en sendos lados, Lucas Bolo llamó a la puerta del segundo gol blanquiverde con un disparo lejanísimo ante la media salida de Gozi, a la par que Edu Jabá, en los mismos términos de acción-consecuencia de los primeros 20 minutos, respondió con un disparo al palo tan solo unos segundos después.

Fue durante los mejores minutos califas, en los que pudo gestarse mayor diferencia, cuando también llegó la réplica noyesa. Douglas igualó la contienda rebasada esa marca, aprovechando una combinación de lado a lado en la que batió a Fabio por abajo. Jesulito, por su parte, acarició la segunda diana con un disparo que se enredó bajo las piernas del meta visitante, mientras que Bruno Gomes dejó al borde de noqueo a Fabio tras castigarle con un disparo fortísimo en el pecho. El partido se había roto, el ida y vuelta quedaba inaugurado, y la ocasión prometía más goles, de un lado o del otro.

Tampoco llegó a asentarse la paridad, ya que Marcelo, de nuevo por abajo y valiéndose de un rechace, transformó la segunda ocasión visitante del segundo acto para darle la vuelta al electrónico. Cerca estuvo de igualarle la apuesta Muhammad en los cordobeses, con un mano a mano que acabó en el muñeco ante Gozi y un posterior trallazo de Miguelín a balón parado que siguió los mismos cauces, aunque avisando de que aún quedaba mucha tela por cortar.

Los futbolistas del Córdoba Futsal celebran uno de los goles frente al Noia.

Los futbolistas del Córdoba Futsal celebran uno de los goles frente al Noia. / MANUEL MURILLO

Empuja Vista Alegre

Del orden táctico a la locura hubo un paso. Si el receso había dejado tiempos para la pizarra y los apuntes, el avance del segundo tramo de partido tuvo todo lo contrario, llevando al encuentro a un ritmo endiablado. Miguelín, como de costumbre, ya sea por casta, experiencia o simplemente el saber estar de los años a primer nivel internacional, fue el más listo de la clase en mitad de tanta maraña, sacando un disparo cruzado desde el perfil izquierdo, previa acción combinativa, para reavivar la contienda con el 2-2 a falta de cinco minutos, confirmando el enésimo intercambio de papeles del envite para entonar algo más a Vista Alegre.

Jesulito, al igual, empujado por un graderío que olía la sangre en los gallegos, tuvo la suya para hacer efectiva la remontada de la remontada con un disparo algo escorado, pero acabó sin encontrar portería. El ambiente cogía ritmo. Los decibelios escalaron con la intentona de Álex Viana, que le tiró un caño sonrojante a Machado para probar a Gozi desde la esquina, aunque los fantasmas de la poca solidez defensiva llegaron poco después con la contestación de Alisson, culminando un contraataque aparentemente controlado con un gol plácido bajo palos. Mazazo.

Sin margen para el fallo y por debajo, Josan González reactivó a los suyos dando entrada a la carta del portero-jugador, con Viana con la clásica elástica color rosa para buscar la igualada a la desesperada. Desde el juego de cinco, precisamente, con dos en el minutero, el brasileño casi se saca un golazo de la chistera con un disparo contundente a la media vuelta en la frontal, mientras que Miguelín, en una acción inverosímil, forzó la sexta falta visitante para mandar el partido a un doble penalti a tres segundos de la conclusión. Fue Jesulito, cargado de galones, el encargado de la difícil tarea de ejecutarlo, aunque topando con Gozi desde los diez metros en un agónico final de choque con ciertos tintes de dramatismo.

Ficha técnica:

2 - Córdoba Futsal: Fabio, Pablo del Moral, Jesulito, Zequi y Álex Viana -quinteto inicial-, Lucas Bolo, Jesús Rodríguez, Saura, Miguelín, Muhammad, Ismael, Álex Bernal y Perin.

3 - Noia Portus Apostoli FS: Gozi, Power, Machado, Altamirano y Alisson -quinteto inicial-, Lluc, Hozjan, Bruno Gomes, Edu Jabá, Pirata, Douglas, Henrique y Marcelo.

Goles: 1-0 (15’) Álex Viana. 1-1 (26‘) Douglas. 1-2 (28‘) Marcelo. 2-2 (33‘) Miguelín. 2-3 (37‘) Alisson.

Árbitros: Salomé Vizuete (C. Extremeño) y Lázaro Angulo (C. Aragonés). Mostraron tarjeta amarilla a los locales Zequi y Jesulito, así como a los visitantes Lluc, Pirata, Hozjan y Machado.

Incidencias: Partido correspondiente a la eliminatoria de octavos de final de la Copa SM el Rey, disputado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre ante unos 1.000 espectadores.

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