El Córdoba Futsal tumba a un duro África Ceutí y avanza en la Copa del Rey

La ecuación, de inicio, partía maltrecha. Sin Lucas Perín, Zequi ni Pulinho, varios de los estandartes en la punta de lanza blanquiverde, el propio Josan González tuvo que armar un quinteto para la ocasión, aunque no con menos garantías. Así, la apuesta inicial vino firmada por Cristian Ramos bajo palos, bien secundado por Lucas Bolo, Álex Viana, Miguelín y Alberto Saura para abrir la tarde-noche en el Guillermo Molina, que comenzó eléctrica. Un lapso de apenas un minuto fue necesario para abrir la lata del encuentro, aunque la diana local acabó siendo anulada por falta previa sobre Cristian. Clara. Poco después, en la primera para los cordobeses, Miguelín también probó suerte con un disparo lejano.

La intensidad y el ritmo pronto cobraron fuerza sobre el parqué ceutí de la mano del avance de los minutos, con tentativas para ambos lados y altos decibelios en la grada. Los norteafricanos, empujados por su afición, exigieron nuevamente a Cristian Ramos en una triple ocasión manifiesta, aunque el meta se mostró sumamente firme para aguantar el chaparrón, posibilitando a su vez el inicio de la réplica califal. La respuesta, de esta forma, vino servida por otro cordobés como Ismael López, quien recogió el testigo protagonista de su paisano para sacarse un zapatazo inapelable ante Germán e inaugurar la contienda. 

Acierto y contrastes

Con el marcador a favor, aunque comedidos en cada acción, los de Josan González siguieron aguantando el empaque local desde el orden defensivo, pero sin renunciar a la mordiente en la delantera. Así, Manu Orellana probó una vez más a Cristian justo antes de que Pablo del Moral ampliara distancias, con un balón muerto en la frontal que es mostoleño empujó con el alma al arco ceutí. 0-2. Si los caballa empujaban, los blanquiverdes replicaban con más fuerza, también con más acierto. Álex Bernal, en mitad del éxtasis ofensivo, hizo acto de presencia para debutar esta temporada en Copa, sirviendo minutos de calidad y otro envío medido a Del Moral que topó con la madera. El tercero se gestaba, aunque no caía.

En el otro lado de la balanza se tambaleaba un Unión África Ceutí sin ideas en la parcela defensiva, superado por la calidad del Córdoba Futsal, aunque sin rebajar su voluntad un ápice en los metros finales, donde tenía peligro. El premio a esa insistencia, precisamente, vino acompañado de los clásicos minutos de desconexión blanquiverdes, en los que el cuadro local aprovechó para igualar la pugna con un doble zarpazo de Everton, el primero tras una jugada personal y el segundo a balón parado. Desde ahí, otra vez en paridad en el marcador, llegaron minutos de tensión calmada. Duraría poco. 

Sin comerlo ni beberlo, los últimos compases del primer acto se consumieron en un ida y vuelta sin cuartel por parte de ambos conjuntos, empujados por la impaciencia de un Pabellón Guillermo Molina que exigía más espectáculo. Anuar, en los locales, trató de satisfacer dichas demandas con un trallazo cruzado que se marchó desviado por centímetros del marco cordobés, aunque tan solo fue necesaria una última acción para que Ismael volviera a desbalancear la contienda. El prieguense, con seis segundos en el reloj, definió una transición brillante a nivel colectivo para endulzar la marcha a vestuarios. 2-3.

Álex Viana controla el esférico en un lance del encuentro ante el Unión África Ceutí. Nicol's

La calidad decide

Más lucha. La segunda parte arrancó inmersa en un equilibrio espeso, en el que todos buscaban ampliar sus respectivas rentas, aunque nadie con el acierto -o claridad- necesario para tan siquiera hilar acciones de peligro. Fue un tanteo dilatadísimo, con especial protagonismo para las defensas, que en un pestañeo se cobró prácticamente la mitad de los últimos 20 minutos, aunque acabó quebrado para dar paso a una secuencia de golpes vertiginosa. Pablo del Moral, casi con la primera oportunidad clara para los blanquiverdes tras el refresco, perdonó en el mano a mano ante un atento Germán, mientras que Joaki apareció con mucha más fortuna en los locales, sumando la sexta diana del partido para apretar aún más la eliminatoria. 3-3.

Fue un mazazo digerido con prisa por parte de los de Josan González, que rápidamente reactivaron su plan desde el banquillo dando entrada a un incombustible Muhammad. El internacional tailandés, en busca de los espacios, agitó el avispero como nadie para atenuar los mejores minutos de fútbol por parte del conjunto norteafricano, generando desajustes desde el poderío físico. Fue en esos lances de indecisión, así, donde la figura de Pablo del Moral volvió a cobrar un peso mayúsculo, otra vez ataviado como héroe del encuentro para sacarse un golazo de la chistera, entonces regateando a su par en una baldosa y firmando un derechazo inapelable a la escuadra defendida por Germán.

Con el marcador a favor nuevamente, gestionando la renta y con más tranquilidad, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad replegó su línea hasta campo propio ante la salida del juego de cinco rival en los últimos minutos, en los que lejos de llegar el gol del empate -visto el guion del resto del partido-, lo que acabó llegando fue la sentencia. Fue Lucas Bolo, por partido doble, el encargado de dinamitar y finiquitar la cita con dos disparos lejanos para sellar el pase a los octavos de final de la Copa del Rey.