Un superviviente nato. Cristian Ramos es una de esas figuras que siempre están, ya sea para llevar en volandas al equipo de su tierra desde la categoría de plata hasta la élite mundial, como para defender el arco con el brazalete en el brazo. Tras un curso repleto de éxitos para el guardameta, formando dupla con Alfonso Prieto, en el Córdoba Futsal se le presenta un nuevo -y complejo- reto en este cuarto curso consecutivo en Primera División, de la mano de una horda de caras nuevas y en la que también será su sexta temporada como el particular cerrojo de la portería de Vista Alegre.
Incontables parejas bailes, competencias feroces bajo palos, pero siempre un único resultado: mandaba el cordobés. Ha sido una de las piezas maestras de cada uno de sus técnicos, máxime con Josan González, donde ha encontrado su mejor versión conjuntamente con el crecimiento del club. La máxima categoría nacional ha destapado un caladero de paradones para Cristian, algo que ahora tendrá que tratar de repetir junto a una nueva pareja de baile, Fabio Alvira, el internacional español que viene de firmar -siendo protagonista- el subcampeonato de Primera División con el Palma Futsal, otro competidor de cartel para elevar las prestaciones de la meta blanquiverde hasta límites aún por situar.
Una vida como blanquiverde
Desde su llegada hace media década, concretamente durante el verano previo al arranque de la temporada 2017-2018, su incorporación ya fue un golpe sobre la mesa. Un portero cordobés sobradamente versado en el fútbol sala de la provincia, con pasado distinguido en el Bujalance, Lucena, Aquasierra Villafranca o Apademar, entre otros, además de con relativa experiencia en lo que a la categoría de plata de fútbol sala se refiere, tras su también paso por el Lanzarote Arrecife. Una pieza de quilates para el debut de los califas en Segunda División, con los que comenzó a escribir su historia como nuevo dueño de la portería blanquiverde.
Listo para sumar a una causa con el primer objetivo de asentarse en la categoría, propósito cumplido en su primera temporada y rubricado en la siguiente, con nada menos que un ascenso a Primera División, la también conocida "apoteosis en Mengíbar". Una brigada de cordobeses que habían llevado a su equipo a lo más alto del fútbol sala español, donde tan solo dos héroes continúan ya formando parte de sus filas. El resto es historia. Cristian Ramos, junto a Jesús Rodríguez -los dos renovados de una tacada-, son esos dos únicos supervivientes que pueden presumir de capitanear al equipo de su tierra en la élite, además de haber sido partícipes de la gesta que los llevó a ella. Ahora, bajo la batuta de Josan González, ambos son piezas fundamentales tanto dentro como fuera de las pistas.
En lo que a Cristian refiere, también se enmarca su particular camino dentro de una difícil lucha con las lesiones, alguna de larga duración -ligamento cruzado-, que una vez dejadas atrás solo estimulan al cordobés en busca de nuevos hitos. Ahora, renovado e ilusionado, afronta una nueva etapa con la que tratar de dejar atrás esos tiempos aciagos.
Titular en duplas de postín
Cristian Ramos, ciertamente, también ha formado interesantes competencias desde su llegada hace un lustro, habiendo compartido portería con varios distinguidos nombres de la historia reciente del Córdoba Futsal. El desenlace, normalmente, ha sido con Cristian como dueño de la portería, aunque estas singulares batallas por la titularidad han tenido todo tipo de protagonistas. En primera instancia, durante el curso de su llegada para disputar la 2017-2018, el cordobés se encontró con Agus Cañete, con el que repartió los minutos para terminar disputando un total de 20 encuentros, con tres goles. El siguiente curso formó dupla esta vez con Nono Castro, repitiendo titularidad y con 17 encuentros a sus espaldas en Segunda División.
Esa línea ascendente quedó suscrita también en la 2019-2020, la del debut en Primera División, donde ahora, junto a Nono, también se encontró Gonzalo Puebla como nuevo aspirante a la portería de Vista Alegre. Ese curso siguió siendo propiedad casi exclusiva de Cristian, con 19 encuentros jugados. Llegó después la 2020-2021, la anterior a la pasada campaña, con la también llegada de Alfonso Prieto, el primero que encontró la fórmula para adueñarse del arco a lo largo del curso. El madrileño, aprovechando también la baja de Cristian Ramos por lesión, firmó un total de 30 partidos, mientras que el cordobés pudo aportar -entre salida y entrada a la enfermería- otros siete para la causa.
Fue el pasado curso cuando se equipararon las tornas, ya con Cristian plenamente recuperado y con Alfonso Prieto también lanzado. Tras la vuelta de su lesión, el capitán blanquiverde sumó 16 encuentros, dejando paradas de mérito, mientras que el ya ex cordobesista se apuntó otras 16, aunque tres de ellas como suplente. Una dupla para el recuerdo que queda atrás marcada en el cuaderno del Córdoba Futsal, pero que ahora afronta una nueva era con el dueto Cristian-Fabio, dos guardametas de calibre para encumbrar la apuesta de los de Josan González en el nuevo reto que se avecina.
