Fiestas

Una ruta de Patios por Navidad pasada por agua

La ruta 2 de fin de semana ha recibido a cordobeses y visitantes ataviados con abrigos y paraguas

Patios de Navidad, pasados por agua.

A. J. González

Fabiola Mouzo

Fabiola Mouzo

CÓRDOBA

Segundo fin de semana con los Patios de Córdoba abiertos por Navidad, ahora con más frío y una lluvia que ha empapado la fiesta y que invita a ser cautos en cuanto a la asistencia este jueves, cuando abrieron a partir de las 17.00 horas para recibir a los villancicos y tomar anís y mantecados junto a los vecinos de Córdoba y a los turistas ataviados con abrigos, los que se han atrevido a dejar las mantas y el calor del hogar para disfrutar de este Patrimonio de la Humanidad.

Son los recintos de la Plaza de San Rafael, 7; Alvar Rodríguez, 11; Plaza de Las Tazas, 11; San Basilio, 20; Siete Revueltas, 1 y San Basilio, 44, repartidos por varios puntos del Casco Histórico, lo que hace un poco más complicado su recorrido. Algunos visitantes han tenido que escoger a qué zona ir para caminar menos bajo la lluvia. Por ejemplo, Ana María Rodríguez y su familia, de Puente Genil, han decidido que centrarían su recorrido del día fuera de San Basilio, porque «ya hemos visto esos patios, que abren otros días del año, ahora queremos ver otros y aprovechar que no hay bulla», comenta. Eso sí, ningún patio en Navidad es igual a como se ve en mayo o en el resto del año. Sus cuidadores se esmeran en la decoración navideña y los pascueros le dan un toque muy especial a esta época. 

Agua para las plantas

La lluvia, aunque ha deslucido un poco la jornada, siempre hace falta para mantener las plantas tan bonitas como de costumbre tras un verano que siempre deja secuelas importantes y un gran trabajo a los cuidadores. «La lluvia echa a la gente para atrás, pero es lo mejor para las plantas», comenta Purificación Díaz, una de las tres voluntarias cuidadoras del patio de la Plaza de San Rafael, 7, que colinda con la iglesia del Juramento y son dos recintos. Cuando llueve guardan las plantas que tienen flor para que no se estropeen y las más verdes lucen en todo su esplendor. 

Abrir por estas fechas es un gusto para este recinto porque intentan hacer del lugar toda una tradición navideña. «Lo afrontamos bien, nos gusta que se abran y la gente lo disfruta mucho, a mí me encantan los nacimientos, los misterios, entonces podemos disfrutar de la Navidad más tradicional, la nuestra», cuenta Purificación, que asegura que usan iluminación y, sobre todo, velas para alumbrar el recinto. 

Díaz admite que le gustaría más abrir por la mañana, porque sus patios «son muy fríos y de día se ven mejor», pero han dispuesto muchas luces y velas para crear una atmósfera más agradable y, sobre todo, más tradicional, que es lo que buscan las voluntarias del recinto. «Cambiamos todas las perspectivas de plantas porque está todo el año cuidado», agrega. Tienen además varios belenes repartidos por el lugar y un misterio en la capilla que separa ambos recintos, la de la Virgen de Fátima, que ahora es pequeño, pero quieren empezar a coleccionar y hacerlo más grande poco a poco. 

Mañana vuelven a abrir estos mismos patios en horario de 17.00 a 21.00 horas, parece que esta vez con mejor previsión del tiempo.

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