RUTA 2 | SAN LORENZO Y SAN RAFAEL

San Juan de Palomares 8

Tan especial como un mirlo blanco

San Juan de Palomares 8

San Juan de Palomares 8 / A.J. González

Juan M. Niza

Juan M. Niza

ARQUITECTURA MODERNA (categoría E). De 19 a 41 metros.

PREMIOS

Reconocimientos: Cuarto (2017 y 2018), Quinto (2019), Octavo (2022), Accésit (2007, 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012), Mención especial (2013).

CUIDADORES

Julia Cordero Pino y Gabriel Castillo Prieto.

EL DETALLE

Las colecciones de elementos arqueológicos y artesanales que salpican discretamente el recinto.

LA PLANTA

Miren arriba y vean el espectacular pacífico y, abajo, en un antiguo abrevadero, una singular rosa de Jericó.

La expresión «ser un mirlo blanco» habla de algo muy raro o de personas extraordinarias en algún aspecto. Y eso le ocurre en buena parte a este coquetísimo recinto que fue casa de vecinos desde el siglo XIX y en el que tenía su taller el imaginero Antonio Castillo Ariza, tío de Gabriel. Lo que ya de por sí solo parece haber dejado una impronta de arte, historia y gusto por el detalle y la vida. Vean cómo la propia recepción al patio sorprende entre el arriate de la calle y las floridas rejas (también participa en el Concurso Municipal de Rejas y Balcones). Ya en el patio, disfruten de las antigüedades que rescató Antonio Castillo junto a su sobrino, el florido pacífico que hace de toldo (es el mayor de la ciudad) y ejemplares tan raros, como la rosa de Jericó en una de las fuentes. Y también tiene pozo medieval, pavimento de chinos, especies de verde espectaculares, un San Rafael «como Dios manda». Y en cuestión de animales, nada menos que un perro, tortuga, canarios, peces, dos cotorras, un loro y una mirla (negra, eso sí), que se ha colado en la casa, anidado y puesto tres huevos en una maceta.