Los patios se preparan para conmemorar el 10º aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad

No es mayo, pero la efeméride merecía, cuanto menos, que los Patios de Córdobaabrieran sus puertas de forma extraordinaria. Y así lo harán a lo largo de este martes para celebrar el décimo aniversario de la declaración, por parte de la Unesco, de la fiesta popular como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Un reconocimiento que le ha sumado valor a la esencia que, de por sí, entrañan sus rincones. Para la conmemoración, el Ayuntamiento de Córdoba, a través de su delegación de Promoción y en colaboración con los cuidadores, ha diseñado tres rutas para disfrutar, a pesar de diciembre, de estos recintos.

Entre las 12.00 y las 14.00 horas y las 17.00 y las 20.00 horas, podrán realizarse tres recorridos. En el primero, podrían verse los números 15, 20, 22, 40, y 50 de la calle San Basilio, el 2 de Martín de Roa, el 10 de Céspedes y el 5 de Samuel de los Santos Gener. En la ruta 2 están incluidos Pedro Fernández 6, Parras 8, Zarco 13 y 15, Pastora 2, Guzmanes 7, San Juan de Palomares 8 y 11, Polanco 6, Mariano Amaya 4, Plaza de San Rafael 7 y Pedro Verdugo 8. En la tercera ruta, abren sus puertas Maese Luis 22, Cedaceros 6, Plaza de las Tazas 11, Isabel II 1, La Palma 3, el 8 de Aceite, el 3 de Siete Revueltas, el 9 de Tinte y el número 29 de Alfonso XII.

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Las actividades conmemorativas, que comenzaron el pasado viernes, 2 de diciembre, con una exposición de acuarelas sobre patios del artista Alfonso Del Moral, en el Palacio de Viana, y durarán hasta el jueves, día 8. Este martes, miércoles y jueves, una scape city tendrá lugar en todo el casco histórico. Pero el eje sobre el que gira esta celebración, sin duda, es el martes.

A la apertura de los patios, se suma un concierto del Coro de Ópera Cajasur, con canciones populares cordobesas, en el Palacio de Viana a las 12.00 horas. Le seguirá una sesión de Fit Flam, a cargo de María Carrillo, en la Plaza de San Agustín a las 12.30 horas. Por la tarde y de noche, tres conciertos flamencos se sucederán en diferentes escenarios. El primero, a las 18.00 horas, en la Plaza de San Agustín. El segundo, a las 20.00, en Compás de San Francisco. Y el último, a las 22.00 horas, en el Patio de la Asociación de Vecinos Alcázar Viejo. Otro concierto de Alberto de Paz, este lunes, en el Cine Fuenseca a las 18.00 horas sirve de preludio al gran día de la conmemoración.

Flores y labores otoñales

A pesar de los escasos rayos de sol que estos días llegan a las hojas, los patios lucen policromos detalles que siguen deleitando a residentes y espectadores. Entre un verde profundo, la naturaleza sigue su ciclo en las macetas. Muchas de ellas carecen de flores, pero no de encanto. Otras aún son semillas que los cuidadores entierran y mantienen con cuidado para que florezcan en mayo. Algunas, incluso, sueltan los primeros brotes. Pero, en esta época menguante del año para muchas plantas, hay coloridos que estallan, como el violeta de los pensamientos o las diversas gamas de los abundantes pétalos de crisantemos. Entre todas las flores que durante el otoño-invierno se muestran a los ojos, las de Pascua reinan en cada uno de los patios mientras la Navidad llega a Córdoba.

Tras combatir con un duro verano, los cuidadores realizan un trabajo concienzudo pero más calmado en sus recintos. Hace unos meses, las altas temperaturas secaron y quemaron a una buena cantidad de plantas. Ahora, los propietarios se enfrentan a las lluvias y alguna helada que pudiera caer. Problemas que se solucionan con correr el toldo que, en muchas de estas casas, sirve todavía en estas fechas. Los riegos, como no podía ser de otra forma, se distribuyen más en el tiempo. Porque, aunque llueva, no a todas las macetas llega el agua. Y, mientras tanto, el ojo atento de los cuidadores busca las hojas secas para retirarlas, mientras se emplean en plantar nuevos ejemplares.

Puertas abiertas

Debido a la época del año, no sorprende que haya espacios en blanco en las paredes que no habría en primavera, pues algunas plantas tiene que ser repuestas. Ese vacío lo colma un espíritu navideño que pervive en muchos de estos patios. En el número 22 de San Basilio, la Navidad entra por lo ojos. En un zaguán de flores de Pascua, Ana de Austria mantiene la normalidad de quien abre las puertas de su casa sin más obligación que la de dejar que cualquier visitante pasee su mirada por sus rincones floridos. Un árbol de Navidad y un Belén reciben al invitado. Lo demás es historia ya contada.

El suyo es uno de los patios más antiguos del barrio. Y en plena conmemoración, esta cuidadora echa la vista atrás para recordar con nostalgia otros tiempos, incluso previos a la declaración, cuando en aquella casa vivían hasta siete vecinos. Le resulta inevitable acordarse de su marido, Francisco Leiva, y de su suegra, artífices de que este recinto se haya mantenido desde finales de los 70 abierto al público. Por eso, para ella, esta celebración adquiere tintes nostálgicos.

Y, si en casa de Ana la Navidad se ve, en el patio de Teresa, San Basilio 20, se saborea. Allí, los visitantes son recibidos con mantecados. En su caso, pocos preparativos le han hecho falta, pues mantiene durante todo el año las visitas. Diferentes variedades de begonias, cóleos, azaleas o helechos pueblan su casa cuando arrecia el frío. Esta cordobesa se congratula de los 10 años transcurridos como Patrimonio de la Humanidad, pero, a su vez, no duda en exponer uno de los problemas habituales. Y es que, como explica, la gran afluencia de turistas hace que, muchas veces, tengan que esmerarse en recordar que se trata de casas privadas. "Cada vez lo entiende menos", recalca. Y pide civismo para disfrutar de la fiesta.

Aunque este martes abran sus puertas, algunos propietarios no se sorprenden de recibir a público, ya que algunos llegan a llamar a las puertas para ver los patios. Ese es el caso, por ejemplo, de Araceli, dueña de Martín de Roa 2. Aparte de habitar en una de las zona de referencia de la fiesta, "vives prácticamente pensando en el patio", dice la cuidadora. Por eso, no resulta un esfuerzo especial abrir en conmemoración de la declaración. En su casa, con ayuda de su familia, ejercen una labor didáctica para, además de recibir a los turistas, dar explicaciones acerca de la muralla con la que colinda su patio, de la casa de vecinos, del pozo árabe o, incluso del chino cordobés.

Ella, que lleva desde el 2005 participando en el concurso, considera que, a raíz del nombramiento por parte de la Unesco, "se ha dado más a conocer y la gente viene más a Córdoba". En estas fechas, se echan en falta los geranios y las gitanillas, pero, como dice Araceli, "tienes plantas que cuando vienes en mayo no las ves florecidas". "Cada época tiene sus flores", insiste. Y no duda en afirmar que "la gente quiere ver patios todos los días del año".

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