FUERA DE CONCURSO

CUIDADORES

Ayuntamiento y Diputación de Córdoba, a través de sus servicios al efecto.

EL DETALLE

Un águila de Teno y los bustos de Juan Valera y Romero Barros reciben al visitante mientras ‘vigilan’ el patio.

LA PLANTA

Los pequeños setos, de lentísimo crecimiento, en consonancia con el paso del tiempo en tan señorial recinto.

Hablamos no solo de uno, sino de dos patios, con el de la familia Romero de Torres, que cada vez recupera más su espíritu. Y además, dos recintos imprescindible para conocer cómo se concebía el patio en Córdoba, desde la impronta del antiguo Hospital de La Caridad, de la época de los Trastámara y principio del Renacimiento, hasta el espíritu neorromántico de las élites culturales y sociales cordobesas de principios del siglo XX. De entrada, con un primer patio que refleja la concepción de los espacios de hace un siglo, entre los museos de Julio Romero de Torres y el de Bellas Artes; y segundo, del patio de la familia Romero Barros, recientemente puesto en valor. Dense tiempo para admirar los chinos aristocráticos, los árboles y los setos enmarcados en arriates con azulejos y, en el patio de la familia Romero de Torres, imaginen las tertulias de aquellos intelectuales que hoy dan nombre a muchas calles entre jardines y restos arqueológicos o visiten el estudio, con una luz que permite comprender toda la obra de Romero de Torres. Y por supuesto, no olvide visitar los museos.