Sobre la santidad de Álvaro de Córdoba, que por una cuestión burocrática del derecho canónico es beato y no santo, el padre Mariano, en el Santuario de Santo Domingo, recuerda que «es el pueblo el que hace santo». Pues bien: también es el pueblo el que reparte títulos de señorío en los Patios de Córdoba, un grado de nobleza que se gana solo con mucho, mucho cariño a cada maceta y a cada visitante al recinto. Por eso, y más en esta edición del Centenario, hay que celebrar ese título bien ganado hace tiempo de «doña» que ostenta Ana de Austria (San Basilio 22), coincidiendo con sus más de 40 participaciones en el certamen. O el de Ana Muñoz (en Tinte 9) como decana de los Patios por sus 37 participaciones ininterrumpidas desde 1985, sin olvidar citar a Marina Muñoz (en Mariano Amaya 4, con 23 participaciones) o Rosario Cantillo, en Parras 6, un patio que ha concursado en 35 ocasiones desde 1948. Las cuatro son un ejemplo de una devoción hacia los patios que se ve recompensado con un doña en donde hay tanto cariño como respeto. 

Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de mujeres que abren sus patios al mundo en estas fechas y que llevan presentando su recinto durante más de dos décadas o bien han heredado la responsabilidad de liderar todo este trabajo. Sería el caso de Rosa María Collado junto a su madre, en Martín de Roa 7 y con 28 participaciones (por cierto, el campeón a batir este año en la categoría de Arquitectura Antigua); Toñi Lucena junto a Ricardo González desde Ocaña 19 (25 participaciones desde 1997); Carmen Lopera con su marido, José Antonio Espinosa, que abre Aceite 8 por vigesimotercera vez; Luisa García, con 23 ediciones en Maese Luis 22; Isabel López con 28 participaciones en Maese Luis 9; Juana Romero con 22 participaciones de Zarco 15…

Y sin abrir este año su patio, que la edad y el coronavirus aconsejan a ser precavidos, pero conservando todo el cariño del barrio por ejemplo están Inés Luque con José Luis Muñoz, en Barrionuevo 22, y Manuela Lorente y Ricardo Villar en Guzmanas 4, que se ‘jubilaron’ en la edición del 2016 con 83 y 85 años, respectivamente.

San Juan de Palomares 118 | Doña Josefita, en su emblemático patio. FRANCISCO GONZÁLEZ

Sin embargo, este capítulo quedaría cojo, y más al coincidir con el Concurso del Centenario, sin citar a instituciones vivientes del pasado, a doñas que ganaron a pulso el título de señora del patio y que en ocasiones convirtieron su recinto en el más premiado de su época y hasta en un emblema de la ciudad. Fue el caso de Elisa Lorente, la enérgica mujer que organizaba el trabajo en Badanas 15, un patio que desde 1933 y hasta 1968 compitió en 25 ocasiones ganando 10 primeros premios y con 5 menciones de honor, que entonces era una especie de compensación por no concursar ya que la diferencia era abismal con el resto de los patios.

También parte de la historia de los Patios fue doña Carmen Montilla, en Truque 4, actual Centro de Interpretación de los Patios, que encabezó el trabajo en muchas de las 45 participaciones de este recinto entre 1960 y el 2009. Una foto de época de una joven doña Carmen junto al pozo de obra, que durante los años 70 y 80 se convirtió en la imagen de los Patios de Córdoba ya lo dice todo, aunque quizá sea el rosal trepador del pozo, premiado por el Jardín Botánico, y la multitud de gitanillas que cuida Rafael Estévez el mayor tributo a su figura.

Similar es el caso de doña Josefita, en San Juan de Palomares 11. Este patio compitió desde 1933 hasta el 2002 (nada menos que en 43 ocasiones), con una época de triunfos en los años de los Beatles: desde 1960 hasta 1971, y otra con esta señora de los Patios al frente, entre los años 90. La casa, que fue comprada por Vimcorsa para su preservación, alberga a una familia en alquiler y es la sede de la asociación de cuidadores Claveles y Gitanillas. Cuando se prepara el patio, en la barandilla superior siempre se colocan geranios rizados, los que más le gustaba a doña Josefita, en su recuerdo.

Capítulo aparte, ya que no obtuvieron tantísimas victorias en el concurso están todas y cada una de las mujeres que se nos han ido, dejando sus patios sin alma y, quizá a la postre, condenando el recinto al olvido y a la piqueta. En este apartado la última señora de los patios que ha fallecido, en el 2019, fue Elisa Pérez Laguna, en su singularísimo patio-pasillo de Pozanco 21. Desde allí Elisa presidió durante una época la asociación de cuidadores Claveles y Gitanillas  

Años 90 | Ana de Austria (iz.) fue distinguida por los hosteleros. A. J. GONZÁLEZ

Se trata de una lista larga de mujeres, algunas en el recuerdo y otras aún hoy en activo al frente de sus ejércitos de gitanillas y geranios que en este campo de los Patios destacan mucho más que los hombres, quizá por lo que de femenino tienen estos recintos populares, o porque siempre el ámbito privado, desde la tradición islámica de Al-Andalus, ha sido un espacio propio marcado por la mujer mientras que el ámbito público quedaba reservado para el hombre. Puede que por ello el papel de los hombres se haya visto eclipsado en esta particular ciclo con tantos valores femeninos que es la Fiesta de los Patios, aunque también se ganaron el cariño del barrio y el respeto por su trabajo en los recintos, sin ir más lejos, Juan El Langosta, en Martín de Roa 9 al dirigir el trabajo en buena parte de los 37 años que ha concursado la casa. Tampoco están con nosotros los maridos de Ana de Austria y Chari Cantillo, Francisco Leiva y Juan Antonio Lucena, que junto a sus esposas cuidaron los patios y también se ganaron el respeto del resto de los cuidadores, de todos los que visitaban su casa y de los barrios del Alcázar Viejo y San Agustín.

O sin ir más lejos, y afortunadamente ofreciendo todavía lo mejor de su saber con las plantas al mundo, ahí están Rafael Estévez, por encargo de Vimcorsa en el Centro de Interpretación de los Patios, de Trueque 4; junto a Manuel Cachinero, cumpliendo este año 29 participaciones consecutivas desde 1993 con su patio de La Palma 3, o ya Rafael Barón con 20 participaciones y 5 primeros premios en Pastora 2 …

Se trata de una lista incompleta en la que, indudablemente, faltarán por citar muchas señoras y señores de los Patios. Quien se lo merezca y no se haya visto en ella, que no se preocupe porque afortunadamente tales títulos, como ya se ha dicho, no los otorgan ni las instituciones, ni las autoridades ni siquiera la prensa… sino el cariño del pueblo, que siempre pone las cosas en su sitio.