ARQUITECTURA ANTIGUA: (categoría E). De 19 a 41 metros.

PREMIOS: Accésit (2010).

El especialísimo carácter del Patio Vesubio, con su azul mediterráneo entre Chaouén y las islas griegas, mantiene este año su color además de prodigar plantas con flores «rosa fucsia, rojas y naranjas, que son las que más contrastan», explica la ya experta Virginia Molina, que no olvida su predilección por especies campestres y, sobre todo, por las plumas de Santa Teresa, sello de la casa. En esta edición del Centenario, y haciendo honor al peso que la cultura y la convivencia tiene en este patio, Virginia está haciendo valer una antigua poesía que editó Rafael Molina Serrano, su abuelo, de su libro ‘A ti Córdoba’, dedicado precisamente a un patio. Uno de los primeros poemas que se conservan sobre estos recintos, ya que está datado en 1939. Por supuesto, no falta otra poesía ya emblemática en el patio, la que compuso en su día Selene y que puede leerse en la escalera, un poema minimalista (casi un reiki japonés) con una grafía que evoca las letras cúficas… ¿Saben que hay quienes incluso todavía se creen que es árabe y piden a Virginia que le traduzcan el texto? Pues no hace falta… lean, lean.

CUIDADORES: Virginia Molina y Pedro Urbano.

EL DETALLE: La poesía minimalista de Selene, hija de Virginia y Pedro, que luce la escalera desde hace años.

LA PLANTA: Aunque la pluma de Santa Teresa es emblema de la casa, se buscan sobre todo especies que evocan al campo.