Este 2021, el Festival de los Patios de Córdoba, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cumple 100 años de vida. Es por ello por lo que, en conmemoración de este centenario, la Delegación de Cultura y Promoción del Ayuntamiento de Córdoba ha lanzado una incitativa innovadora: la instalación de doce cabinas sensoriales, ubicadas por diferentes puntos con ensueño de la ciudad, con las que, según palabras de la edil Marian Aguilar, los visitantes "podrán sentir en sus propias carnes el mayo cordobés y, en gran parte, nuestros patios" de una forma totalmente atípica, “a través de la vista y el olor”. Además, la música llevada a cabo por la orquesta Camareta Gala añadirá un plus a esta experiencia que, sin lugar a dudas, es la novedad de este año.

Desde 1921, el consistorio de la ciudad lleva organizando la que ya es conocida como una de las festividades de referencia de la primavera en Andalucía. Sin embargo, este año se postula como un nuevo reto para las diferentes organizaciones, especialmente por la pandemia del covid-19. Por ello, desde la organización del evento se ha programado un elaborado plan que, en cumplimiento de las medidas de seguridad, permita con cierta normalidad, desde el 27 de mayo hasta el día 5 de junio, acceder a los visitantes a esos doce habitáculos habilitados, que conforman así, junto a otras actividades, un diverso programa para este mes de mayo en Córdoba.

Doce cabinas sensoriales

Por la zona de la Judería, cerca de uno de los monumentos más conocidos e históricos de Córdoba, la Puerta del Puente, se ubicará una de estas cabinas que permitirán ahondar por completo en el mes más carismático de la ciudad; al igual que en Ronda Isasa y en la plaza de Abades.

Otros de los puntos habilitados por el consistorio municipal son el Museo Arqueológico y Etonológico (en pleno corazón del casco histórico), y la plaza de la Corredera.

Desde allí, a pocos minutos andando, también se podrá disfrutar de "estas experiencias inmersivas" en la Plaza de Capuchinos, más conocida por el monumento que alberga en su interior: la escultura del Cristo de los Faroles, en el Palacio de Viana y en la calle Cruz Conde, justo en la esquina con Góngora, en pleno centro.

A estas localizaciones se suman los jardines de Orive, la plaza Regina y la plaza de San Francisco.