Rosario Sarmiento, limpiadora del Ayuntamiento, llamada in extremis para adecentar la puerta de la Casa Consistorial en domingo de Carnaval y por Decreto de Alcaldía, nombrada pregonera de la fiesta, no dudó al avisar que venía «a limpiar». Rosario encontró en su carro de limpieza un No a la Gasolinera, subió a un balcón municipal donde se abrazó a la bandera de Palma, despidió al anterior alcalde diciendo «José Antonio de mi alma, porqué te has ido tan pronto, te habías quedado muy delgadito...» y dio la bienvenida a la alcaldesa, Esperanza Caro de la Barrera, indicando que «10 meses de alcaldesa, vamos a cambiar la imagen», inauguró la plaza, afirmó que «el Carnaval es la voz de la verdad» y recordó a su madre que con 3 años le hizo su primer disfraz, que fue de Doña Rogelia; a su primo Manuel Carrillo Cumplido, y apareció como Rosalía al ritmo de «tran tran malamente» aludiendo al

Ayuntamiento. Personajes en femenino del pregonero, el periodista Rafael Morales, que estuvo acompañado por La Cochera de Flores y finalizó su pregón solicitando a la corporación un homenaje a los jornaleros y jornaleras de la ciudad.

Y Palma ha disfrutado de su primer pregón Infantil con Inés López y Manuel María Chamorro, que forman parte del Consejo de Infancia y que se proclamaron conservadores del medio ambiente.

El Carnaval ya ha nombrado a Mónica Gallego pregonera del 2021, alma y autora de las letrillas de la Murga de los Montero. Y un aplauso para Antonio Muñoz Manzano, Antonio Manzano, que ha recibido un homenaje por su papel protagonista durante tantos años en la fiesta. Antonio Manzano, 87 años, el DNI le retiró de las calles en Carnaval, pero sus vecinos le recuerdan, siempre disfrazado de mujer, y dando en la clave con personajes de actualidad, como la princesa Letizia Ortiz, Carmina Ordoñez, Rocío Jurado o Rafaella Carrá. En su casa dicen que le resultaba más gracioso vestirse de mujer y las manos costureras de su mujer Victoria hacían la magia.

Una murga local en este Carnaval, la de Fernando Miquel, la que se aparece con gusto, recrea la leyenda de la dama blanca, que surge de un hecho histórico, y que confiesa que «las obras del convento son un puro coñazo».