Preparar una boda lleva mucho trabajo, meses de búsquedas, comparaciones, presupuestos...

Y luego llega el esperado, ansiado, soñado día de la boda. Las diferentes web ofrecen múltiples consejos a los contrayentes, que cada día están más informados de la oferta existente gracias a ello. Los contrayentes suelen estar hechos un manojo de nervios y prácticamente no han podido pegar ojo en toda la noche el día de antes de su boda. Han sido muchos meses de trabajo para que algún detalle salga mal, pero ¿y si ocurre? ¿se es capaz de montar una escena delante de todos tus invitados cual niña pequeña llorando porque le han ensuciado el vestido? Como es bastante complicado pronosticar una reacción en esas circunstancias, los expertos aconsejan a los contrayentes que interioricen algunos consejos que sin duda ayudan a no perder los nervios y a disfrutar del día de la boda, ¡que para eso son los protagonista! En líneas qenerales las personas quieren tener el control de todo y eso resulta a veces imposible y estresante. Por tanto, se recomienda unir unos días antes a las personas de confianza y preguntarles si el día de la boda no les importa echar una mano. Posteriormente se les asigna a cada persona una tarea: recogida del ramo de flores, ir a buscar a la prima que llega al aeropuerto esa misma mañana... Otra opción cada vez más habitual entre los novios es recurrir a un profesional de la organización y la coordinación de bodas. Hay que intentar usar el desodorante habitual, champú... ¡No cambiar las rutinas!