Criterios técnicos de atención a la vulnerabilidad económica, por tanto social, marca el programa de la Escuela de Verano. Un trabajo del IMBS que cuenta con el apoyo de 11 voluntarios de la asociación Guadalquivir y profesionales que atienden el plano curricular para iniciar el próximo curso escolar con más garantía.

En este proyecto también participan restaurante Casa Manolo, panadería Rodrigo y autoservicio Martín, empresas palmeñas, que según Guadalquivir facilitan la labor de los voluntarios.

Rigor y solidaridad se dan la mano ante una realidad social.