Lluvias y desembalses han vuelto a inundar los pagos de huertas ribereños al río Genil, afectando viviendas en Pedro Díaz y dos en El Callejón del Junco. El día 13 de marzo el agua entraba en estas huertas y propiedades, que se encuentran junto a los meandros del río al alcanzar el cauce 6,80 metros de altura en Ecija, localidad de referencia, y una semana más tarde, 19 de marzo, el agua volvía a anegar estas zonas susceptibles de riadas en el transcurso de este río por Palma del Río, en esta ocasión el Genil registró una altura de 6 metros en la localidad ecijana de 6 metros.

En Pedro Díaz, donde además de plantaciones citrícolas, se ven afectadas unas 20 viviendas, los vecinos se muestran indignados y cansados ante estos repetidos episodios. Señalan que "llevamos tres inundaciones desde el pasado mes de noviembre, en una semana dos crecidas". En algunas casas, todas de segunda residencia a excepción de una, el agua alcanzaba 60 centímetros, y colchones, enseres y mobiliario eran depositados tras la crecida en las puertas inservibles.

El Ayuntamiento y los vecinos de estas zonas cuando llega un régimen de precipitaciones viven pendientes del curso del río y de los niveles en Ecija y en El Judío. Desde el gobierno municipal, cuando el Genil alcanza niveles que apuntan inundación, avisan a los propietarios de estos pagos de huertas que conocedores históricos de este cauce intentan poner a salvo animales, motores, aperos de labranza y viviendas que muchos protegen con tabiques.

Algunos vecinos que tienen sus propiedades en estos pagos desde la década de los 60, puntualizando que "antes que existiera el Iznájar", señalan que "no entendemos cómo se suceden en los últimos años tantas inundaciones, antes hemos padecido riadas muy importantes, pero no tan seguidas como ahora". Afirman que "sabemos como se comporta el río, antes cuando dejaba de llover el río volvía a su cauce", lamentando que "desembalsan cuando llueve y al última hora".

Por otro lado, algunas opiniones indican que "río abajo se ha cultivado mucho la tierra junto a los cauces, construcciones en las orillas que van desviando el agua que va buscando nuevos caminos", y sobre todo, coinciden al afirmar que "antes se dragaban los ríos, ahora no sabemos porque no se hace y están sucios".

Estos propietarios concluyen que "cada vez que llueve nos inundamos, qué pasa con la regulación de los pantanos y la limpieza de los ríos".

Otras consencuencias de la crecida del río Genil se hicieron patentes el 13 de marzo, cuando el agua saltó en la carretera a La Campana, a la altura del arroyo La Bahera. Se habilitó un carril para no interrumpir el tráfico. Junto al casco urbano, los palmeños se asomaban al mirador al final del paseo Alfonso XIII para comprobar el estado del río, que llegó a saltar por una alcantarilla en la calle Miralrío y el agua alcanzó las traseras de la calle Río Seco, por los caminillos del Molinillo, Gálvez y Gloria. También se estuvo pendiente del alcantarillado en la calle Río Seco, donde el agua se quedó a 30 centímetros de boca de alcantarilla.

Las fuertes precipitaciones también provocaron el desbordamiento del arroyo La Madre en el Calonge, donde tres familias pasaron la noches aisladas, hasta que por la mañana bajo el cauce.

Por otro lado, el río Guadalquivir también ha pasado muy alto por Palma del Río. Y los vecinos de El Mohíno y Los Cañuelos han observado con precaución este cauce, en algunas viviendas se llegaron a poner mobiliario y enseres en alto como medida de precaución.

Ante esta situación, el alcalde palmeño, José Antonio Ruiz Almenara, informaba al Pleno que desde el Ayuntamiento que se instará a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la limpieza del cauce de los ríos. Ruiz Almenara precisaba que es una petición de los vecinos que tienen propiedades junto a la ribera del río Genil. Por otro lado, señala que se han ocasionado problemas en caminos de El Calonge y en La Chirritana que habrá que solucionar desde las administraciones competentes.