Opinión | Política

Alberto Álvarez Pérez

Sevilla

El aforamiento

Para mí el concepto aforado no me acaba de convencer. Un aforado es una persona que, por ejercer un cargo público o por su profesión, goza del derecho, en caso de ser imputado. Escuchamos en múltiples ocasiones que la ley es igual para todos, pero debo precisar que esta afirmación no es del todo cierta, ya que las consecuencias jurídicas no se tratan de la misma forma a todos los ciudadanos. ¿Por qué un aforado es una persona que por ejercer un cargo público goza del derecho, en caso de ser imputado por un delito, de ser juzgado por un tribunal distinto al que correspondería a un ciudadano normal? Esta regla especial solo se puede comprender como un intento de proteger a ciertos cargos políticos, haciendo que los juzguen tribunales más cercanos al poder ejecutivo. ¿Por qué las normas procesales tienen que ser modificadas en beneficio de ciertas personas? ¿Es que la llamada al proceso de unos es distinta de la de otros? Creo que es muy elevado el número de personas que gozan de esta figura jurídica. Esta protección, pienso, es una adulteración de las normas democráticas.

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