Tiempo de vacaciones

La máquina se para para volver a funcionar dentro de algo más de cuatro semanas. Eso, para los que tienen la suerte de poder disfrutar -digámoslo así, aunque es claramente discutible- de unas vacaciones de verano. Entramos en una burbuja irreal, que convenimos idílica por pura salud mental. La mayoría contrapone estos días de felicidad por decreto a la penosidad de todos los meses restantes, metidos en la rueda del trabajo y los quehaceres prestablecidos. Hay quienes dividen su vida entre los cinco días de labor y el fin de semana de libertad. El verano es el finde de la vida adulta. ¿Es tiempo de no hacer nada? ¿De hacer algo distinto a lo de siempre? No se torturen. Vivan y ya está.