Opinión | In memoriam

Rafael Recio Barba

Córdoba

Recuerdo a José Antonio López García

En estas fechas, cuando hace un año que falta José Antonio, me he decidido a escribir esta nota en recuerdo de una persona cuya ausencia se siente, pero su presencia perdura. Porque escribir y publicar es dejar una huella de perpetuación en el tiempo, más allá de la existencia del autor.

Es verdad, dejó atrapada una parte de su alma en cada palabra de sus artículos de opinión, que publicaba habitualmente en el Diario CÓRDOBA. Algunos de ellos y especialmente uno, me impactó profundamente: «Inmigración, necropolítica, crítica de la razón negra», en el que comparaba la conmoción del mundo por la pérdida de turistas a bordo del submarino que visitaba el Titanic con la muerte en el naufragio de más de un centenar de inmigrantes africanos de los 700 que iban a bordo. En el cual criticaba la enorme desigualdad en la cobertura mediática de ambas tragedias.

Como licenciado de Ciencias Religiosas, abordaba con habilidad y frescura temas complejos de religión y de crítica social. Desde sus profundos conocimientos de la historia de la filosofía, argumentaba sus reflexiones de forma pedagógica y accesible; siempre defendiendo sus creencias y abogando por los más desfavorecidos.

Le reprochaba amistosamente cómo podía conciliar su profunda religiosidad, evidenciada por sus estudios de Teología, con su militancia en Comisiones Obreras, donde fue delegado en Córdoba. Pero él, en lugar de molestarse, me respondía: «Sí, pero… ». Para él, los sindicatos de clases «surgieron en la iglesia y Jesucristo tenía una mentalidad afín a ellos, con lo cual daba la conversación por zanjada dejándome sin argumentos para rebatirle».

Nuestras charlas a veces eran interminables. Las conversaciones las compartíamos con el amigo Ángel. José Antonio siempre destacó por su interés con los más débiles; recuerdo ir por la calle caminando y acercarse a hablar con los indigentes, e incluso invitándolos a participar en su mesa, no sin alterar la cuestión logística familiar, lo que fortalecía su compromiso con la sociedad.

Delicado de salud, por desgracia, nos dejó. Desde estas líneas deseo recordarlo como era, afable y bondadoso con todos. 

Tracking Pixel Contents