Soy albaceteño, pero podría ser de cualquier ciudad del mundo si pienso y actúo en modo feria. Todas las raíces que componen estas tradiciones culturales y perdurables en el tiempo son muy profundas. Año tras año, se le va añadiendo una página más, de buen hacer, a la historia de las ciudades en todo el mundo. La entrañable y querida Feria de Albacete (con una de las luces que más brillan en el recinto ferial, la patrona de la ciudad, nuestra querida Virgen de los Llanos), con más de trescientos años de singladura, nos hace más universales, por los valores que la configuran: la tradición, el cariño y la raigambre que nuestros antecesores (... bisabuelos, abuelos, padres...) supieron guardar y transmitir desde el corazón. Aunar todos estos sentimientos durante unos días, nos hace más humanos a lo largo y ancho de todo el planeta.
