Opinión | RELIGIONES

Rafael Bueno

¿Café para todas?

El resto de religiones han protestado por los indecentes privilegios de la Iglesia Católica, y claro, el Gobierno se ha visto obligado a concederles algunos pequeños privilegios fiscales. ¡Más gasto público! Como tengamos que darles a las demás, lo mismo que a la Iglesia Católica, tendremos que cerrar los hospitales, los colegios, el ejército, las administraciones, etc. ¿Eso es lo que queremos? Hombre, por favor. Se impone la separación total entre Iglesias y Estado, por el bien de todos. Y el que quiera alguna religión, que se la pague de su bolsillo. Cada uno en su casa y Dios en la suya.