El primer recuerdo visual que tengo de ti se remonta a una acampada de Tropa subiendo por las curvas desde Assuan hasta el ‘Torrente Joven’. Como siempre, Fran estaba pendiente tuya porque no conocías a mucha gente y parecías una chica introvertida. Lo que descubrimos muy pronto es que detrás de esa imagen se escondía un corazón enorme, del que nos sentimos tan afortunados de poder tener entre nosotros. Después vinieron tantas experiencias de acampadas y campamentos inolvidables, incluido tu ‘Caballero Scout’, en el que pasamos tanto frío por la noche, empapados hasta los huesos en las tiendas. Sin duda, ese galardón se inventó pensando en Marina Romero Duval y tu riqueza y compromiso espiritual.

La vida te ha puesto delante muchas dificultades y tú has sido valiente, las has afrontado y has sabido buscar y disfrutar las cosas hermosas en ella. Nosotros, tus amigos, solo podemos agradecerte tu sensibilidad, honestidad y cariño en cada una de las cosas que hemos compartido contigo. Para mí ha sido un regalo haber recibido tanto, tus cartas y postales tan bien redactadas desde muchos sitios, el concierto de Dire Straits en Madrid, el Camino de Santiago, las charlas eternas sobre lo humano… y últimamente la vida de nuestras niñas. Hoy te hemos despedido, pero tú vas a seguir siempre entre nosotros, porque además dejas mucho de tu amor en Candela y Rogelio.

Descansa amiga.