Quiero hacer pública la situación en la que se encuentra un familiar y su familia. Él es funcionario del Estado jubilado. Su asistencia sanitaria depende de la Mutualidad de Funcionarios del Estado (Muface). En España, la sanidad pública dispone de mayores recursos y avances tecnológicos por lo que, en caso de enfermedades graves y casos complejos, los pacientes son derivados de la sanidad privada a la pública. En el caso de esta persona, desde hace años padece una policitemia vera, una enfermedad oncológica de la sangre que de forma silente va avanzando; ahora está en una fase terminal y requiere hemodiálisis y transfusiones periódicas de hematíes y plaquetas. Está ingresado en el Hospital Reina Sofía debatiéndose entre la vida y la muerte. En estos días, a la preocupación extrema por su estado de salud, se le añade toda una serie de requerimientos burocráticos por parte de Muface, de la compañía proveedora de servicios Asisa e incluso de la Seguridad Social que los «amenaza» con reclamarles a ellos los gastos médicos, con que lo darán de alta en pocos días sin tener planificado dónde y como le continuarán estos tratamientos paliativos; me parece impropio de un sistema sanitario tan solidario y equitativo como el nuestro.

*Médico del Sistema Nacional de Salud