Opinión | IN MEMORIAM

Antonio Luis Cosano Jurado

Córdoba

Nemesio Rubio: se ha quebrado la encina

La nobleza y bondad de mi amigo se ha marchado con su paleta de acuarelas a descubrir nuevos matices

Nemesio Rubio posa con una de sus acuarelas en la Diputación, en una de sus exposiciones.

Nemesio Rubio posa con una de sus acuarelas en la Diputación, en una de sus exposiciones. / Chencho Martínez

Hoy se ha quebrado la encina. La nobleza y bondad de mi amigo Nemesio Rubio se ha marchado con su paleta de acuarelas a descubrir nuevos matices, etéreos y evanescentes, como esos amaneceres que rodean al Viso de Los Pedroches que tantas veces recorrió.

Se ha marchado discretamente, como era él. Ha partido, como dijo Machado, «ligero de equipaje». Echaré de menos tus acuarelas, tus viñetas en el CÓRDOBA, pero sobre todo, te echaré de menos a ti: amigo.

Se ha quebrado la más noble de las encinas.

La nobleza de las encinas

«Hace ya bastantes años que conocí a Nemesio Rubio. Ambos en cierta manera empezábamos el dialogo íntimo con la acuarela, con la que cada vez nos sentíamos más identificados. No sé los motivos que nos llevaron por ese camino, quizás la versatilidad del medio, tal vez la pureza e inmediatez del color o acaso la limpieza del color disuelto en agua. Desde entonces, tanto él como yo, no hemos podido desprendernos de una técnica que es capaz ganarse al artista que la practica sin ideas preconcebidas.

Más tarde Nemesio siguió su camino hacía temáticas que una y otra vez vuelven ciclicamente a su papel, como un reencuentro periódico con su medio físico, su paisaje y sus raíces. Constantemente aparece el valle que le rodea, las dehesas, los amaneceres mágicos de los Pedroches y siempre, siempre: las encinas.

La encina encarna una nobleza sobria, serena y altiva, sabedora que es la generadora de la riqueza de unos valles que reverdecen gracias a ellas y sus nobles frutos. La encina solitaria en contraluz, barrida por la luz lateral que apenas asoma al amanecer o, por el contrario agrupada junto a otras. Esta nobleza reviste la acuarela vívida que Nemesio practica y que quizás le es más familiar.

Como paréntesis en su obra más cercana, también se abren paso temas en los que el autor nos demuestra su maestría y capacidad de síntesis. Sus escenas urbanas, paisajes y temas en los que aparece la figura vienen a refrendar la ya referida destreza para el medio con una capacidad cromática ciertamente impactante.

La nobleza de las encinas y la verdad de su paisaje se reflejan en acuarelas que son luminosas instantáneas impresionistas que alumbra en su callado y sosegado entorno un pintor que es también noble» (abril de 2015).

Esta reseña fue escrita para Nemesio Rubio con motivo de su presentación en la plataforma cultural https://latorredemontaigne.com/ y en la presentación de su exposición en la Diputación Provincial de Córdoba.

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