El pasado 21 de junio fue un día especialmente emotivo, porque fuimos sido invitados al Acto de Homenaje del Profesorado y Personal de Administración y Servicios jubilado en los últimos años (hubo tres actos de celebración, los días 21, 22 y 23, para recuperar los que no pudieron celebrarse por las medidas anticovid en los dos años anteriores).

Es gratificante recibir un reconocimiento de todos los que en su momento decidimos dedicarnos a la noble labor de la docencia, ya que tanto el personal docente como el no docente hemos navegado en el mismo barco, dedicando gran parte de nuestra vida, a contribuir en el objetivo de guiar y planificar el horizonte del futuro de nuestra sociedad.

Personalmente, después de más de 38 años de docencia, me siento orgulloso de haber pertenecido a este gremio, ya que, a pesar de las dificultades, esas que no se ven, la vocación nos dota de la fuerza necesaria para no perder nunca la ilusión. Orgulloso también de que mis hijas Beatriz y Laura me hayan tomado el relevo como profesoras de Secundaria. Gracias, señora delegada, por no habernos olvidado en estos difíciles tiempos que recientemente nos ha tocado vivir.

Enhorabuena a todo el personal docente y no docente que ha contribuido a esta labor.

Hoy podemos decir con jubilo (nunca mejor dicho), que tenemos una vida por delante para disfrutarla y vivirla sin reloj.

Gracias.