Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | SOMOS NADIE

Juan García Luján

Negro de mierda

Soy un negro de mierda. Me lo dijo mi cuidador. Un tipo musculoso, con aires de matón, que cada mañana tenía insultos para algunos de nosotros. En el centro hay un cuarto donde no queremos entrar. Cuando se llevan a alguien se escuchan golpes y gritos. Siempre son los mismos cuidadores, se ponen de acuerdo en los turnos para dar las palizas sin testigos incómodos.

Los golpes no dejan huella. Nos pegan con toallas mojadas. Duchas de agua fría a medianoche. Cuando nos ven caras de dolor nos amenazan. «Si denuncias paramos tus papeles, te quedarás sin regularizar». El día que llegué aquí, en este centro en medio del campo, me acordé de mi pueblo. Creía que iba a estar más en contacto con la naturaleza, no me imaginaba que por verme discutir con otro compañero me meterían en un cuarto para darme una paliza. Nos distribuyeron en dos espacios, uno se llama Libertad y otro África, aunque algunos cuidadores los llaman «donde los moros» y «el sitio de los negros». El otro día vi que uno de los musculitos tenía una pulsera en el pie y me dijeron que era una pulsera de control, porque el cuidador estaba en tercer grado.

El periódico contaba que un señor vino de Madrid a dar un mitin a la Isla y dijo que los inmigrantes somos delincuentes. En otra página del mismo periódico decían que están investigando el robo de casi 3 millones de euros de dinero de los centros de migrantes. Una de las investigadas es del partido del señor que dio el mitin. Han robado dinero que era para nuestra comida y educación, y lo destinaron a operaciones estéticas o a pagar sus vacaciones. Ya ven, tanto quejarse de que los negros somos delincuente y esos blancos que «nos cuidan» pueden acabar en la cárcel por robar y por delitos de odio.

La mañana del 19 de mayo no la olvidaré nunca. Estábamos desayunando cuando empezaron a entrar policías que bajaban de coches y furgonetas negras y rojas. La policía logró grabar como tenían en un cuarto de castigo a un compañero, detuvieron a 9 trabajadores, la mayoría musculitos. Por una vez no me sentí un negro de mierda. Por una vez los sospechosos eran otros. Dicen que cambió el gobierno canario, sale Noemí y entra Candelaria pero seguimos en manos de las mismas grandes ONG con ingresos millonarios. A los musculitos sospechosos los cambian de un centro a otro. En unos meses seré mayor de edad. Sigo sin papeles. Mi destino será la calle, donde también dicen que hay matones que en cualquier esquina podrían pegarme porque el gobierno que me ha tutelado no ha logrado que yo deje de ser un negro de mierda… PD: Lo que aquí se cuenta está basado en hechos reales ocurridos en Canarias en los últimos años, con gobiernos progres y menos progres.

Tracking Pixel Contents