Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | Caligrafía

Los exhaustos

Exhausto viene del latín exhaustus, agotado o vacío, pero agotado o vacío hacia afuera, o sea, drenado. No es estar cansado, porque hay gente cansada y llena. Es estar ya sin nada más que poder dar o sacar: ni hay metal en la mina ni peces en el mar ni vino en la botella. Yo veo gente exhausta: primero la han o se han convencido de que tienen algo que dar y que tienen que darlo, y en algún punto se han quedado vacíos. No hay agua en el pozo. Uno no se queda exhausto de meter, se queda exhausto de sacar. Hay desde luego personas que parecen infinitos manantiales, que a todo llegan y todo lo nutren. Las más son como madres acercando el pecho sin leche a niños que no paran de llorar y se multiplican. Contra estar exhausto la única solución es rellenarse. Si no, simplemente se arrastra el vacío de un punto a otro, se crean trampas mortales-¡salta, salta a la piscina vacía, alehop!- labrando sin lanzar semillas. Ya dan igual las horas, no se trata de dormir una hora menos para sacar una hora más, se trata de estar en vela perpetua moviendo la invisible arena del vacío. Ves a poetas que llevan sin un poema que sacarse años, a gente que ha trabajado salvajemente y tiene que dar otra década sin quedarles ni un gramo de fuerza ya. Lo exhaustos lo disimulan y llegamos a ellos y les pedimos, lo que sea les pedimos, y no nos pueden dar nada. Quieren, pero ya no pueden dar un paso. Como en el verso de Jesucristo Superstar, deben decir: «¡Salvaos vosotros!». Que significa: ya he dado todo lo necesario para vuestra fe, creed. ¿No ven a los exhaustos, vaciados por otros y empeñados en arrancarse otra inútil y minúscula gota?

*Abogado

Tracking Pixel Contents