Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | Artículos de broma

Relación ordinaria

El juez instructor del caso Koldo-Ábalos ha escrito que el ministro y secretario general del PSOE le ha dicho que mantenía con el gigantón García la «relación ordinaria entre un ministro y uno de sus asesores por más que este último asumiera la realización de ciertos encargos domésticos».

Sin duda, la relación era ordinaria y se puede decir sin altivez y sin ponerse tiquismiquis. Ordinario en la tercera acepción de la palabra (que tiene 11): bajo, basto, vulgar y de poca estimación. Ya no se dice así tanto como antes porque ahora lo ordinario es corriente y se considera normal gracias a Jesús Gil, aquel vanguardista que anticipó los modales de nuestros días en los negocios, en la política y en las relaciones personales y cuya influencia internacional llega a Donald Trump, su discípulo neoyorquino.

Oímos cómo era de ordinaria cualquier relación con Koldo cuando hablaba de mujeres y lo confirmamos con el vocabulario que utilizaba para encriptar la conversación del dinero que movía ilegalmente cuando llamaba «chistorras» a los billetes de 500, «soles» a los de 200 y «lechugas» a los de 100, por sus equivalencias cromáticas aproximadas.

La ilegalidad crea la jerigonza, la germanía que Sebastián de Covarrubias definió en Tesoro de la lengua castellana o española (1611) como «el lenguaje de la rufianesca; dicho así o porque no los entendemos, o por la hermandad que entre sí tienen». Los policías están obligados a hablarlo para entenderse con sus interlocutores en el trabajo y también lo crean para no ser entendidos por ellos.

Por lo demás, por demócratas aceptamos que José Luis Ábalos fuera ministro, porque ha de poder serlo cualquiera con viveza política y por el sentido de la jerarquía también que llegara a secretario de organización del PSOE, allá ellos. Lo que no se puede aceptar es que Koldo García fuera «asesor» (el que da consejo o dictamen) más allá de lo etimológico (el que se sienta al lado). El significado nos remite a la cabeza y la etimología al culo. Ahora que lo escribo lo entiendo todo.

*Periodista

Tracking Pixel Contents