Opinión | Tribuna libre

La cátedra de Flamencología

Toda una vida consagrada al flamenco con la encomiable tarea de transmitir su pasión a los públicos más heterogéneos, es la pretensión de esta cátedra de Flamencología y, por consiguiente, difundir sus luces y sus sombras para una mejor comprensión del alma andaluza, misión que desde su constitución se ha marcado la UCO, con el feliz resultado que es nada más y nada menos que apasionarse por esta «luz que nos ciega los ojos» de este nuestro arte universal que se ha posicionado como uno de los principales músicas del mundo como se viene demostrando día a día.

La feliz iniciativa de rubricar con el nombre de nuestro llorado Agustín Gómez el nombre de la ‘cátedra’, como familiarmente se le nombra, supone un reconocimiento explícito a su enriquecedora trayectoria que comienza en el año y con el propio Agustín Gómez que más tarde cedería su testigo a Luis de Córdoba para continuar con el cantaor Arcángel, de breve trayectoria, hasta cederle a nuestro David Pino la dirección de la cátedra, que es todo un ejemplo de clarividencia expositiva con la aportación de nuevas luces en la apreciación de la expresividad de nuestro arte, definitorio de lo más sublime e intimo del pueblo andaluz. Una labor que ejerce con el entusiasmo de su juventud y la madurez y riqueza de sus conocimientos, adobados con la pasión que ejerce en las tres ramas que lo sostienen de cante, baile y guitarra.

Un referente cuyos ecos traspasan fronteras en el intercambio de opiniones y vivencias con alumnos y alumnas de todo el mundo, fieles seguidores de su desarrollo que se valen de las nuevas tecnologías en un dialogo musical y humano que nos acerca cada vez más a las distintas culturas, ya que sus razonamientos y su encomiable labor didáctica cumplen de forma determinante con el afán de conocer este arte llevado a la cúspide en un ejercicio de interés, pasión y conocimientos, lo que hace que David Pino cada día nos sorprenda más aportando prismas nuevos y una mejor aproximación a esa «angustia llamada Andalucía», como nos dejó dicho el poeta Luis Rosales.

Larga vida a la cátedra de Flamencología de Córdoba, referente inigualable en el complejo universo de la música flamenca y faro donde nos miramos los amantes de nuestro incomparable arte.

*Miembro de la junta directiva del Ateneo de Córdoba

Tracking Pixel Contents