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Córdoba

"Alzad la mirada"

 «Alzad la mirada y contemplad con gozo a la Iglesia, Esposa y Cuerpo de Cristo, con su multitud de carismas, suscitados por el Espíritu», dijo ayer el obispo, Demetrio Fernández, administrador apostólico de la Diócesis, en la homilía pronunciada en la misa crismal, en la Catedral. En sus palabras, destacó la misión de la Iglesia, de los obispos y de los sacerdotes, que renovaron sus «promesas sacerdotales», y a continuación, el prelado consagró el santo crisma y los óleos de los enfermos y de los catecúmenos. Asimismo, tuvo unas palabras de recuerdo para el nuevo obispo, don Jesús, entrelazando «misiones y carismas», aludiendo a que esta era la última misa crismal que celebraba como obispo de Córdoba, con palabras entrañables de gratitud hacia todos. La noche del Martes Santo, Córdoba ofrece imágenes que se adentran en la pasión de Cristo, como la Agonía, desde el barrio del Naranjo, evocando los «largos y difíciles caminos de la vida»; el Santo Cristo de la Universidad o el «amor sangriento», de Miñarro; Nuestro Padre Jesús de la Sangre y Nuestra Señora Reina de los Ángeles; el Buen Suceso, empapando el Realejo de cercanía; la Santa Faz, enriqueciendo «mejillas, semblantes y rostros», a pesar de los llantos y las heridas; y cerrando la noche, el Prendimiento y la Piedad, en los Salesianos.

Ciertamente, contemplando nuestras procesiones, percibimos que la huella religiosa, cultural, artística, histórica o social del Cristianismo es tan evidente como espléndida. No está reñida la relación fe-cultura. La cultura asume y hace propios los valores con los que se enriquece el Evangelio. Un autor escribía: «Nuestra vida debe probar que Cristo camina en nosotros a través del mundo». 

Sólo hace falta, como dijo ayer el obispo en la Catedral, «levantar la mirada».

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